Brasil con Ñeducación – Brasil con Ñ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br El país con todas las letras Fri, 22 Sep 2017 17:43:00 +0000 pt-BR hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.7.2 Un cambio de aula para las nuevas y antiguas clases http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/07/14/un-cambio-de-aula-para-las-nuevas-y-antiguas-clases/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/07/14/un-cambio-de-aula-para-las-nuevas-y-antiguas-clases/#comments Tue, 14 Jul 2015 16:01:27 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1539 Continue lendo →]]> POR CARLOS TURDERA, DE SÃO PAULO

Por sus consabidas “dimensiones continentales”, todo en Brasil requiere de soluciones gigantes. Ciertos asuntos, sin embargo, piden más innovación que escala. Es lo que ocurre con la educación, un sector en el que las tecnologías de la comunicación vienen provocando un cambio más visible que las transformaciones declamadas por instituciones tradicionales.

No es noticia que la calidad educativa anda por el suelo en América latina. Los movimientos estudiantiles, como los de Chile y México, así como las mediciones Pisa y las protestas de profesores por doquier, indican una insatisfacción general. El ascenso de 40 millones de brasileños de la clase D a la clase C agrega un nuevo elemento en este país.

Un estudio oficial muestra que el desempleo en Brasil viene aumentando entre quienes más años han pasado estudiando dentro del sistema tradicional. Según el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA), más del 50% de quienes en 2012 no tenían trabajo habían pasado al menos 11 años en las antiguas aulas y, por lo tanto, formaban parte de la clase media tradicional (B).

En la actualidad, tanto la clase B como la C demandan una educación “útil”, moderna y de calidad. Así, mientras el gobierno brasileño quiere aumentar el presupuesto destinado a  Educación del 5,3% actual del PIB a un 10% hasta 2023, los emprendedores privados encontraron en la educación modular a distancia -antiguamente vista con recelo por las clases medias- un filón innovador.

Ahora, las empresas startups educativas han desarrollado un menú que, al mismo tiempo que es un paliativo a la deficiencia estatal y un bálsamo para la demanda emergente, no deja de sonar como una onomatopeya inusual: Moodle, coaching y Mooc.

Fotografía: Arquivo Agência Brasil.

La educación a distancia gana terreno en Brasil y hasta las universidades tradicionales están comenzando a adoptar el modelo no presencial. Fotografía: Arquivo Agência Brasil.

Sin aula

Sigla inglesa para “Entorno de Aprendizaje Dinámico Modular Orientado a Objetos”, Moodle es una plataforma virtual focalizada en la capacitación de profesores. Vale decir, es un ambiente donde, con herramientas diseñadas por las comunidades colaborativas y con código abierto, “se enseña a enseñar”.

La modalidad fue la elegida por el grupo Saraiva, que produce contenidos para los niveles básico, técnico y superior y los distribuye a través de su red de establecimientos en 17 estados brasileños. Con el apoyo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), esta compañía desarrolló el proyecto “Além da prática”, en el que se han inscripto 5000 docentes de escuelas primarias públicas.

“Es muy irregular el nivel de los participantes, algunos tienen dificultades inclusive para ingresar a la plataforma”, dijo Roberta Jovchelevich, tutora de un grupo de 100 profesores distribuidos en varias regiones del país, donde, en algunas zonas como Amazonas, el acceso a Internet es mayormente telefónico. El programa establece 120 horas reglamentarias de curso para matemáticas, portugués, ciencias, historia y geografía.

Periodista de formación, con una maestría por la PUC-SP en crónica, Jovchelevich comentó que es común identificar también otra dificultad entre esos profesores. “El proyecto ofrece contenidos de una gran riqueza conceptual, pero es difícil saber cuántos efectivamente llegan a aprovecharlo, pues muchos de esos formadores se comunican con un texto muy rudimentario, algunos incluso con fallas estructurales muy fuertes”, contó.

Demostración de una clase a distancia. Fotografía: Raquel Cunha/Folhapress.

Demostración de una clase a distancia. Fotografía: Raquel Cunha/Folhapress.

Sin docencia

“Hace 12 años identificamos graduados a los que llamamos ‘sin-docencia’, porque recibían un diploma pero no estaban capacitados para exigencias profesionales”, me confió recientemente Jorge Matos, presidente de eTalent, otra de las empresas que actúan en el hoy efervescente sector de las empresas educativas. “Un tercio  de la población es analfabeta funcional”, remató en la ocasión, citando un índice del grupo Ibope.

El estudio, realizado por el Instituto Paulo Montenegro, mostraba que en 2012 sólo uno de cada cuatro brasileños dominaba plenamente las habilidades de lectura, escritura y cálculos. En la población universitaria, el analfabetismo funcional (“incapacidad de interpretar textos simples y asociar informaciones, además de no saber analizar tablas, mapas o gráficos o realizar cuentas más complejas”) llegaba a un 38%.

Tras detectar una alta insatisfacción entre las empresas que  contrataban a esos diplomados -y entre los propios empleados, por trabajar en lo que no les gustaba-, Matos pasó de consultor de recursos humanos a próspero empresario educativo.

Mediante el coaching (estimulación y entrenamiento), hoy se dedica a “transformar talentos en profesionales de alto desempeño, ayudar a las universidades a elevar la calidad educativa e impulsar a las empresas a generar mejores resultados”. Declara más de 2000 empresas como clientes, 50.000 profesionales entrenados y 4 millones de personas que han conocido su método de autoconocimiento.

Un estudio donde se graban programas educativos que son transmitidos para empresas interesadas en el contenido. Fotografía: Moacyr Lopes Junior/Folhapress.

Un estudio donde se graban programas educativos que son transmitidos para empresas interesadas en el contenido. Fotografía: Moacyr Lopes Junior/Folhapress.

Sin diploma

Combinando elementos de Mooc (sigla en inglés para Cursos Masivos Abiertos en Línea), la interactividad de la web-tv (participación en vivo a través de chat o WhatsApp) y un catálogo freemium (una parte de acceso gratis y otra paga), la empresa EduK ha obtenido más de 2 millones de “me gusta” en Facebook.

Con un formato de edutainment (mezcla de educación con entretenimiento), el emprendimiento se inspira “en la economía creativa y cualifica a microemprendedores, mayoritariamente a adultos oriundos de la nueva clase C, que no recibieron una educación formal”, me explicó la pedagoga Karine Presotti, responsable por el contenido del portal.

Por enseñar desde cómo crear una marca y planificación estratégica hasta técnicas de e-commerce en diversos ramos de actividades, el programa cobra entre 30 y 100 dólares para módulos que duran de 6 a 9 horas. Como referencia, un MBA en negocios en la Fundação Getulio Vargas (FGV, que aporta dirigentes a las principales empresas brasileñas) cuesta 10.000 dólares y dura 500 horas.

“Nuestros alumnos no compran el curso por el certificado, sino porque entienden que hay un desarrollo efectivo y rápido de habilidades que les permitirá crear su propia ruta de aprendizaje y comenzar a ganar dinero inmediatamente”, dice Presotti, puntualizando que el certificado de esa empresa es “nano-degree” (credencial de la economía digital).

Fotografía: Arquivo/Agência Brasil.

El ascenso de 40 millones de personas de la clase D a la C representa un nuevo desafío para la educación en Brasil. Fotografía: Arquivo/Agência Brasil.

Universidad

La universidad tradicional también está comenzando a adoptar el modelo no presencial, sea por reducción de costos físicos, de remuneración o simplemente para no “perder la ola”. La Asociación Brasileña de Educación a Distancia (ABED, que reúne más de 300 instituciones) informó que un 82% de esas entidades esperan un aumento de alumnos remotos en 2015.

En 2012, el número de matriculados era de 6 millones, principalmente para administración (833.042), derecho (737.271) y pedagogía (602.998). En 2013, la edad de los inscriptos en cursos no corporativos variaba entre 21 y 30 años, mientras que en los corporativos oscilaba entre 31 y 40 años.

Esto, analiza la ABED, “realza el carácter inclusivo de la educación a distancia, permitiendo a quien ya está trabajando volver a estudiar o dedicarse a su carrera, aunque ya haya pasado la época más apropiada o indicada para los estudios”.

En un contexto económico que se ha fragilizado en los últimos cinco años, los cursos más elegidos por estos nuevos estudiantes, sugestivamente, son los de ingeniería. Civil, Eléctrica y de Producción, para más datos.

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En Brasil, enseñar a ser emprendedor es enseñar igualdad http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/05/19/en-brasil-ensenar-a-ser-emprendedor-es-ensenar-igualdad/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/05/19/en-brasil-ensenar-a-ser-emprendedor-es-ensenar-igualdad/#respond Tue, 19 May 2015 12:13:18 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1452 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO

Cualquier persona que alguna vez haya paseado por una favela de Río de Janeiro y sea medianamente observadora, se habrá sorprendido con la cantidad de negocios de todo tipo que allí se dan cita.

Desde el típico bar donde tomar una “gelada” (cerveza), hasta salones de belleza o improvisadas tiendas en las que se puede comprar desde un paquete de galletas a un aparato de aire acondicionado.

Se trata de una muestra del ingenio más afinado de todos, el de la necesidad. A pesar de que en su mayoría, los habitantes de la favela no pudieron acceder a estudios superiores, todos ellos han podido sacar beneficio donde muchos solo ven miseria.

No hace falta ser muy avispado para imaginarse los Rockefeller, Bill Gates o Steve Jobs que se han perdido entre las callejuelas de las 763 favelas de Río de Janeiro por falta de oportunidades.

Eso mismo debió pensar en 2013 la psicóloga paranaense Ana Biavatti cuando fundó su proyecto de educación “Oficina de Negocinhos”, con el objetivo de desarrollar las habilidades emprendedoras de niños a partir de los 4 años en escuelas públicas y privadas de Río de Janeiro.

“No se trata de ir creando ‘miniempresarios’ por el mundo ni de apoyar el capitalismo salvaje desde la niñez, sino de inculcarles valores y habilidades de éxito”, explica Biavatti, quien tras cursar Psicología en Brasil se formó en Marketing en Italia.

Fue allí donde asimiló las ideas del profesor en Psicología Social de la universidad de Harvard y consejero del Foro Económico de Davos, Daniel Isenberg, quien en la actualidad supervisa los programas educativos del proyecto.

Uniendo la psicología y el marketing, Biavatti decidió poner en práctica, a su regreso a Brasil, experiencias como la que la Escuela Superior de Educación de Harvard desarrolló en cuatro escuelas secundarias de la ciudad de Boston.

Aquellos alumnos que se acogieron al programa de la Fundación Nacional de Enseñanza del Emprendimiento, mejoraron significativamente sus calificaciones en materias como matemáticas, lengua inglesa y aumentaron sus resultados en actividades en grupo y comunicación.

Pese a que un estudio de la Unión Europea de 2012 situó a Brasil como el segundo país con más emprendedores del mundo (63% de microemprendedores y trabajadores autónomos), únicamente superado por Turquia (82%), Biavatti cree que el brasileño medio no recibe las herramientas básicas para hacer funcionar sus negocios.

“Brasil tiene un problema de base que es la educación. Todavía hoy es un país en el que la gente común no sabe lidiar con sus finanzas y en el que hablar de dinero es prácticamente un tabú”, resalta Biavatti quien cree que la manera de acabar con el ambiente “poco ético” de los negocios en Brasil es “educar a los más pequeños en que colaborar y ser creativos puede ser más exitoso que competir”.

A través de juegos en grupo que estimulan la creatividad de los niños, los talleres de la “Oficina de Negocinhos” van presentando a los niños los conceptos básicos de ciudadanía, compromiso social y ética para, a partir, de los 8 años, comenzar con las primeras nociones de marketing, finanzas y recursos humanos.

Entre todos los proyectos llevados a cabo, Biavatti se siente especialmente orgullosa de los que ha desarrollado en las comunidades de Río de Janeiro. “Cuando se trabaja con niños de comunidades donde faltan recursos pueden observarse cambios de actitud espectaculares, es ahí cuando se siente que el trabajo tiene sus recompensas”, admite.

Las recompensas llegan también en forma de mecenazgo: la empresa italiana “Conziliazione.net” patrocinó uno de sus proyectos con 30 niños en la asociación “Solar Meninos de Luz” de la favela de Cantagalo, la carioca “Afilio” patrocina un curso mensual con 20 niños en Santa Marta, y la también italiana “Estudio Legal Passlacqua Luzón” patrocinará en breve otro curso con 20 niños en la favela Rocinha.

Además, “Oficina de Negocinhos” logró en marzo pasado formar parte del programa Shell Iniciativa Joven (Shell LiveWire, en otros países) situándose como el segundo proyecto mejor valorado entre un total de 800 inscriptos, algo que lo podría hacer entrar pronto en la red de negocios sustentables de la petrolera.

Si se le pide a Biavatti que compare los proyectos con niños de barrios ricos y otros más humildes, ella sonríe y responde: “Cuando le preguntas a un niño de Leblón o Ipanema qué quiere ser cuando sea grande, muchos quieren ser como su padre o dicen que todavía no lo saben. Cuando se le pregunta a un niño de Cantagalo o Rocinha hay mil respuestas al mismo tiempo”.

Sin duda, iniciativas como la de Biavatti o incluso programas públicos como “Jóvenes Emprendedores del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas” (SEBRAE), que se desarrolla en 190 escuelas de todo Brasil y atiende a 26.700 alumnos, son un primer paso para que, a través de la educación, se pueda lograr la igualdad social.

La clave está en transformar la curiosidad de los niños en habilidades de éxito que les proporcionen un futuro mejor a través de la educación. Esa es la gran asignatura pendiente para un país que es considerado la octava economía del mundo y para un gobierno cuyo lema es “Brasil: patria educadora”, pero que continua en el puesto 60º del ránking de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

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Jair Bolsonaro, más que un personaje, un estratega http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/12/18/jair-bolsonaro-mas-que-un-personaje-un-estratega/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/12/18/jair-bolsonaro-mas-que-un-personaje-un-estratega/#comments Thu, 18 Dec 2014 13:36:22 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1242 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS (@Edu_Sotos), DE RÍO DE JANEIRO

La primera vez que entrevisté a Jair Bolsonaro fue el 31 de marzo de este año y no supe qué pensar. Rodeado de  una multitud de ancianos exmilitares y personas arropadas en la bandera de Brasil parecía un líder religioso más que un político. Sus correligionarios lanzaban gritos a favor del regreso del régimen militar y contra la “dictadura marxista de Lula y Rousseff”.

Era el 50º aniversario del golpe militar de 1964 contra el presidente João Goulart y pensé que aquella sería la única vez que tendría que enfrentarme al discurso más extremista que jamás había escuchado en Brasil.

Sin embargo, esta misma semana volví a sentarme frente a quien es hoy el diputado federal más votado en Río de Janeiro, representante del Partido Progresista (PP) y probablemente el político más mediático del país.

Su trato, especialmente amable y atento con la prensa, puede llevar a pensar que reserva su discurso incendiario para las sesiones de la Cámara de Diputados o para las manifestaciones contra el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

Pero no, a Bolsonaro le encanta hacer ruido y llamar la atención. Es por eso que la prensa, en particular quienes trabajamos para medios extranjeros, somos siempre bienvenidos a la hora darle luz a sus polémicos argumentos.

En las entrevistas con Bolsonaro que realicé esta semana, tanto para la agencia rusa Sputnik como para “El Periódico” de Catalunya, no pude evitar incluir esta frase que resume perfectamente su discurso: “Dilma Rousseff presenta un banquete a los pobres durante la campaña y después les decapita el Estado Islámico”.

El diputado Jair Bolsonaro, durante una sesión en la Cámara de Diputados. Fotografía: Alan Marques/Folhapress.

El diputado Jair Bolsonaro, durante una sesión en la Cámara de Diputados. Fotografía: Alan Marques/Folhapress.

En la visión de Bolsonaro, argumentos que en algunos países de Europa podrían llevarlo a la cárcel, son para él completamente válidos. El diputado no dudó en señalar, por ejemplo, a Dilma Rousseff como “una terrorista” que “financia dictaduras marxistas en toda América Latina” a través de sus intercambios con Cuba.

Para él, programas como “Mais Médicos” o “Mais Especialistas” solo sirven para entregar 1000 millones de reales anuales a la dictadura de la isla y con ello poder traer a Brasil a 11.000 cubanos “muchos de ellos militares y espías”, entre ellos la famosas “Avispas Negras” o fuerzas de elite de Fidel Castro.

Tras 10 minutos de explicación conspirativa, decidí cambiar el rumbo de la  conversación hacia los problemas sociales que atraviesa Brasil.

En este sentido, el diputado fue claro al afirmar que “el gobierno de Rousseff pone a negros contra blancos, pobres contra ricos, norte contra sur, homosexuales contra heterosexuales y padres contra hijos”. Un alegato que sorprende al proceder de un político al que la opinión pública considera racista, homófobo y ultraconservador.

Descubrí que la verdadera fijación de Bolsonaro es la política educacional del PT y se mostró muy molesto con lo que llamó el “kit gay” o programa de educación sexual que el gobierno de Rousseff  elaboró con la colaboración con los movimientos LGBT, y que le valió en 2011 un agrio enfrentamiento con el diputado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Jean Willys.

Visiblemente alterado y con gran lujo de detalles insistió en explicar las ilustraciones supuestamente “pornográficas” de los libros de texto en Brasil. Para Bolsonaro, los dibujos de “niños indios desnudos jugando” son una clara incitación a la pedofilia  y a la homosexualidad.

En una de sus tantas declaraciones polémicas, Bolsonaro  dijo que no "violaría" a la diputada Maria do Rosário (PT-RS) porque "no lo merece". Fotografía:  Pedro Ladeira/Folhapress.

En una de sus tantas declaraciones polémicas, Bolsonaro dijo que no “violaría” a la diputada Maria do Rosário (PT-RS) porque “no lo merece”. Fotografía: Pedro Ladeira/Folhapress.

En un momento dado admitió que su máxima preocupación en estos momentos sería la aprobación del proyecto de ley que criminaliza la homofobia.

“Les daría un poder enorme a los homosexuales. Imagina que un cura lea un fragmento de la Biblia contra la homosexualidad, con esta ley podría ir a la cárcel”, explica el ferviente católico que, sin embargo, reiteró que su problema no es con la homosexualidad sino con “la educación tendenciosa” y con las “leyes injustas”.

Llegado este punto, uno comienza a pensar si el discurso extremo, centrado en los ataques al gobierno y la corrupción, aliñado con un claro componente conservador, no podría arrancar votos en un país hastiado por los escándalos y con un fuerte aumento de las iglesias evangélicas.

Ya lo vimos con Jörg Haider en Austria o Jean-Marie Le Pen en Francia. Es en las aguas revueltas de la recesión económica y la crisis social donde los discursos extremos encuentran el caldo de cultivo ideal. Y todo parece indicar que en 2015 no faltarán estos componentes. Bolsonaro lo sabe y se prepara para aprovechar la situación.

Mi impresión sobre Bolsonaro, tras mi segundo encuentro y pese a la notoriedad que ha ganado, no ha cambiado demasiado. Detrás de esa imagen de militar con ideas fuertemente reaccionarias y obsesionado con el orden, se esconde un político ambicioso y oportunista que no dudará en continuar su estrategia de caldear el panorama político brasileño con excéntricos discursos para allanar su camino en la carrera política.

Al preguntarle hasta dónde quería llegar, el diputado, que ya prepara su salida del Partido Progresista, sonríe y se relaja. “Hasta donde llegue”, responde.

Bolsonaro, el diputado más votado de Río de Janeiro no se conforma con el lugar que ganó en Brasilia y fija su mirada en el Palacio de Planalto, al que aspira llegar en 2018. Parece que habrá que comenzar a acostumbrarse a sus incómodas palabras, porque este militar lo que promete es dar pelea.

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