Brasil con Ñestereotipos – Brasil con Ñ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br El país con todas las letras Fri, 22 Sep 2017 17:43:00 +0000 pt-BR hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.7.2 Un corazón menos http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/09/25/un-corazon-menos/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/09/25/un-corazon-menos/#respond Fri, 25 Sep 2015 19:03:40 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1634 Continue lendo →]]> POR ABEL N. ALEJANDRE, DE RÍO DE JANEIRO

Este miércoles 23 de septiembre en Parque Alegría, en la comunidad de Cajú, situada en la zona portuaria de Río de Janeiro, Herinaldo Vinicius da Santana, de 11 años, recibió cerca de las cuatro de la tarde un disparo en la cabeza. Terminó muriendo pocos minutos después.

Presuntamente, quien le disparó al chico fue un policía de laUnidad de Policía Pacificadora (UPP) de esa favela, durante  una operación de rutina.  

Indignados, los  vecinos de la comunidad grabaron los últimos suspiros del niño, en unas imágenes de mucha crudeza, y también al que creen que es el presunto asesino.

Ambos videos, que circulan por las redes sociales, denuncian una vez más los abusos cometidos por la Policía Militar (PM).

Los vecinos salieron a manifestarse para protestar contra la muerte de Herinaldo y cortaron parte de la Línea Vermelha y la Avenida Brasil, dos importantes vías de circulación que conectan la zona norte con el centro de la ciudad.

Al parecer, el niño había salido a comprar una pelota de ping-pong, detonante para que un agente de policía apretase el gatillo y se llevase la vida del menor.

Tristemante, la muerte de Herinaldo es una más entre muchas. Un niño que estuvo en el lugar equivocado en el momento más inoportuno. O tal vez fue el policía que estuvo en ese lugar inoportuno en el momento equivocado.

La paupérrima preparación de la PM tiene como resultado, lamentablemente en demasiadas ocasiones, este tipo de desenlaces  fatales.

En un contexto de tensión, y no sabiendo manejar ni la situación ni el nerviosismo, se descarga un arma como prevención. Se dispara por miedo, por error. Muchos brasileños ya acostumbrados a este tipo de violencia han perdido la capacidad de sorpresa ante estos hechos.

Amnistía Internacional en su informe Mataste a mi hijo: Homicidios cometidos por la Policía Militar en la ciudad de Río de Janeiro indica que de 220 denuncias realizadas en 2011 sólo un caso se llevó ante la Justicia.

Y añade que  la mayor parte de las personas que murieron a manos de policías, casos registrados entre 2010 y 2013, son jóvenes negros de 15 a 29 años.

El dolor y la estigmatización de los más pobres es un peso que viene arrastrando Río de Janeiro desde que surgió la primera favela en la ciudad.  La delincuencia y las enfermedades siempre se asociaron a los más pobres y a las zonas periféricas. Y todavía hoy se continúa con esa creencia.

Es terrible pensar que también un niño puede matar a un policía. En esta ciudad hay niños y jóvenes armados y peligrosos que se enfrentan contra las fuerzas de seguridad.

La ciudad vive una lenta guerra con muertos de ambos bandos. La herida sigue abierta y la ciudad se desangra gota a gota, muerto a muerto. En medio de este conflicto intentan sobrevivir los más pobres, invisibles para el resto del  mundo.

La libertad, parece, es algo que no se les permite a los miserables. Poder jugar y correr no es para aquellos que viven en una favela. La libertad no existirá mientras las leyes no se ajusten a su favor. Es un sueño, y quizá en ese sueño eterno podamos finalmente  encontrarla.

]]>
0
Brasil, última parada antes de llegar a Berlín http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/09/21/brasil-ultima-parada-antes-de-llegar-a-berlin/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/09/21/brasil-ultima-parada-antes-de-llegar-a-berlin/#respond Mon, 21 Sep 2015 15:08:47 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1619 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO 

Debajo de un cuadro con la frase “Ahlan-Wa-Sahlan”, que significa “bienvenido” en árabe, dos jóvenes musulmanes se entretienen chateando con sus teléfonos móviles.

Se trata de una imagen cotidiana que podría parecer la de cualquier locutorio de una ciudad europea, o de Medio Oriente, si no fuese porque ambos jóvenes son refugiados sirios y el lugar en el que se encuentran es una parroquia católica de Río de Janeiro. 

Hace cinco meses, Ahmad Hamada, de 30 años, y su amigo Mohamed Al-Saleh, un palestino nacido en Siria, de 22 años, dejaron el campo de refugiados de Yarmuk, en Siria, un lugar ubicado a pocos kilómetros del palacio del presidente Bashar Al-Assad, donde 12.000 personas se mueren de hambre y enfermedades.

Los dos jóvenes lograron abandonar el campo de refugiados a bordo del coche de unos contrabandistas y por 3000 dólares consiguieron atravesar la frontera del Líbano y embarcar rumbo a Estambul, Turquía.

“Salir del infierno de Yarmuk ya fue una bendición, sin embargo, fue en Turquía donde las cosas se complicaron. En Estambul hay auténticas redes mafiosas que pueden conseguirte un pasaporte falso en menos de 15 días por 350 dólares”, explica Mohamed, quien se niega a dar más detalles sobre los pasaportes falsos que obtuvieron en Turquía o contar cómo hicieron para embarcar en un vuelo hacia Roma, aunque reconoce que, en total, gastaron  5000 dólares para llegar a Europa.

Con un esforzado aunque entendible inglés, Ahmad resume con ayuda de gestos los abusos que los carabinieri italianos les infligieron tras ser detenidos y trasladados a  una comisaría de Roma por portar documentos falsos.

“Ocho policías italianos nos golpearon como a animales y nos dijeron que nos odiaban, jamás pude imaginar tanto racismo en un país tan próximo al nuestro”.

Por suerte para ambos, las autoridades italianas no pudieron retener sus pasaportes sirios, gracias a los cuales, y tras gastar un total de 9000 dólares, consiguieron llegar a Brasil.

Desde que a fines de 2013 el Ministerio de Justicia de Brasil creó una normativa específica para facilitar la concesión de visados a refugiados sirios a través del Comité Nacional de Refugiados (Conare), el gigante sudamericano se ha convertido en el país con más refugiados sirios de América Latina.

En total, 2077 ciudadanos sirios han encontrado a más 10.000 kilómetros de Siria su tierra prometida o al menos un lugar en el que tienen la posibilidad de volver a empezar. 

De hecho, Brasil acoge a más  refugiados sirios que Estados Unidos (1243) o los países europeos del Mediterráneo, como España (1335), Grecia (1275), Italia (1005) o Portugal, que únicamente alberga a 15 refugiados de esta nacionalidad.

Tanto es así que en el discurso del Día de la Independencia de Brasil, el pasado 7 de septiembre, la presidenta Dilma Rousseff declaró que “a pesar de las dificultades que atraviesa el país, Brasil tiene los brazos abiertos para acoger a los refugiados”.

Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. Como reconoce el párroco de la parroquia de São João da Lagoa, Álex Coelho Sampaio, donde se encuentran albergados Ahmad y Mohamed, “el gobierno de Brasil ha hecho una gran labor acogiendo a los refugiados sirios, pero una vez que les coloca el sello en el visado se desentiende completamente de sus necesidades más básicas”.

Desde hace 14 meses, y gracias al apoyo de Cáritas y la archidiócesis de Río de Janeiro, su modesta parroquia proporciona alojamiento, comida, tratamiento sanitario y clases de portugués a 16 refugiados, nueve de ellos de  nacionalidad siria.

“Como habéis visto en la entrada, a pesar de ser un templo católico, los musulmanes son recibidos con todo el apoyo que merece un ser humano que ha sufrido”, dice.

Gracias al apoyo de sus feligreses, este párroco ha conseguido convertirse en la única casa de acogida para refugiados en Río de Janeiro.

No obstante, el padre Coelho sabe que la mayoría de los sirios no permanecerá en Brasil después de los tres meses de asistencia gratuita que la Iglesia les concede.

“Para ellos, Europa es la única solución. Cuando salgan de aquí, la mayoría viajará a la ciudad de Fortaleza, desde donde salen vuelos hacia Turquía con escala en Berlín, y será entonces cuando intenten quedarse en Alemania”, comenta.

Ahmad y Mohamed lo tienen claro, Dinamarca o Suecia son su verdadera meta. En cuanto reúnan el dinero suficiente, vendiendo comida árabe en las calles de Río de Janeiro, comprarán sus billetes de avión.

Aunque se resistan a reconocerlo, es muy posible que recurran a los “coyotes”, la mafia que opera en las fronteras de Brasil ayudando a cruzar a ilegales bolivianos o haitianos y que, además, se dedica a suministrar pasaportes falsos a traficantes de armas y drogas a un módico precio.

Como bien decía Mohamed, el infierno de los refugiados muchas veces comienza en cuanto ponen un pie fuera de su país.

]]>
0
Rousseff llora por el Brasil que no pudo ser http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/07/24/rousseff-llora-por-el-brasil-que-no-pudo-ser/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/07/24/rousseff-llora-por-el-brasil-que-no-pudo-ser/#comments Fri, 24 Jul 2015 18:28:52 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1560 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO
Brasil parece haber despertado de un profundo sueño en el que las fantasías de un país más justo, equitativo e igualitario acabaron en pesadilla.
Sin embargo, la realidad que espera a la presidenta Dilma Rousseff, en los próximos tres años y medio de su segundo mandato, podría ser mucho peor que eso.

A los indicadores de la economía que se deterioran a cada día y las interminables noticias sobre la corrupción, se le unen sucesos que, a pesar de pasar inadvertidos por la gran mayoría de la población, son trágicamente representativos de la situación de un país que soñó con el cielo y terminó perdiéndose en el camino hacia las alturas.

Es la historia de Christiano Pereira Tavares, al que todos en la favela carioca de “Manguinhos” conocían como “Lulinha”.

En 2008, cuando apenas tenía 8 años, la imagen de portada del diario “Extra” en la que Christiano nadaba sonriente en las aguas de una alcantarilla de su favela causó gran conmoción en todo Brasil y, en especial, en el entonces presidente Lula da Silva.

Inmediatamente, Lula decidió ayudar a la familia de “Lulinha” proporcionando un empleo y una vivienda social a su madre, a la vez que prometió una piscina a todos los habitantes de esa comunidad.

Una promesa que fue cumplida y  que en su ceremonia de apertura tuvo como protagonista a un pletórico “companheiro Christiano”. Un mote con el cual el ex presidente solía llamar al menor.

En las fotos de aquel momento triunfal para Brasil no faltó una sonriente Dilma Rousseff, que por aquel entonces ya se perfilaba como el brazo derecho de Lula en su papel de ministra de la Casa Civil. Junto a ella, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, y el alcalde, Eduardo Paes, completaban la puesta en escena.

El niño que disfrutaba en las aguas podridas de una de las comunidades más castigadas por el narcotráfico y la miseria de Río de Janeiro había conseguido su sueño de una vida mejor para él y los suyos.

La promesa de un Brasil de ensueño parecía cumplirse e, incluso, la imagen de “Lulinha” fue escogida para acompañar el ambicioso Plan de Aceleración de Crecimiento(PAC) de la ministra Rousseff.

El pasado 3 de julio, “Lulinha” falleció como consecuencia de una sobredosis en un centro de salud de Río de Janeiro que, irónicamente, se encontraba decorado con una imagen suya, sonriente. Una imagen de otra época, cuando nadie hubiera podido imaginar que aquel niño rescatado de la miseria acabaría abandonando la escuela en 2013 y entrando en el mundo de las drogas.

Un mundo que desde pequeño había visto, oído y sentido de mano de los traficantes en las calles de Manguinhos. Uno que, para el pequeño Christiano, resultaba mucho más cercano que los flashes de las cámaras y los apretones de manos con hombres de traje y corbata, aquel día en que unos políticos se acercaron a su comunidad por primera vez fuera de un año electoral. Ese día que parecía el comienzo de algo nuevo.

“Lamento la muerte de Christiano. Que la familia encuentre consuelo en este momento de dolor. Mis sentimientos acompañan a los familiares y a la comunidad de Manguinhos”, escribió Rousseff en la noche de este jueves (23).

Un gesto casi maternal de una presidenta que ve cómo el castillo de arena construido por el Partido de los Trabajadores (PT), desde su llegada al poder 2003, se va desmoronando frente a ella, mientras intenta sostenerlo con sus manos.

Como la arena pasando entre sus dedos, la esperanza de los brasileños en su gobierno se pierde para no volver. La última encuesta de la Confederación Nacional de Transportes (CNT) reveló que la aprobación de la presidenta es de apenas un 7,7% y que el rechazo se sitúa en torno al 78%, un nivel incluso inferior al del ex presidente Fernando Collor de Mello antes de haber sido sometido a un juicio político, en 1992. Un fantasma que parece estar aguardando en la oscuridad a la propia Rousseff.

Después de haber sacado de la pobreza a casi 40 millones de brasileños, de prometerles sueños de igualdad, libertad y oportunidades, el PT  y la presidenta han tocado fondo.

La trágica muerte de “Lulinha” es la expresión más gráfica del país que pudo haber sido y que la corrupción, la avaricia y la incompetencia de muchos echaron por tierra. La historia de “Lulinha” es, en definitiva, la eterna historia de Brasil.

Un país joven que tiene todo para triunfar y que acaba rindiéndose ante los problemas de la desigualdad, las drogas, la falta de oportunidades y el propio peso de su historia.

Quien sabe si en la intimidad del Palacio de Planalto, Rousseff, anoche, derramó una lágrima en honor a Christiano y, de paso, por el país que ha dejado de creer en los sueños.

]]>
3
El impacto LGBT en Brasil: el fin de la hipocresía http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/06/15/el-impacto-lgbt-en-brasil-el-fin-de-la-hipocresia/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/06/15/el-impacto-lgbt-en-brasil-el-fin-de-la-hipocresia/#comments Mon, 15 Jun 2015 18:40:08 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1504 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO

Sea de su gusto o no, si algo tuvo la simulación de una crucifixión, el pasado 15 de junio durante el 19º Desfile LGBT en São Paulo, fue que golpeó en las narices al sector más reaccionario de la sociedad brasileña.

Con su imagen, la modelo transexual Viviany Beleboni, de 26 años, dijo a gritos lo que millones de miembros del colectivo llevan años callando.

De un plumazo, la doble moral y la hipocresía de la sociedad brasileña quedó expuesta como nunca antes.

Esa misma sociedad que prohibe el top-less en sus playas, pero que permite a mujeres adornadas únicamente con pintura y plumas, en el mejor de los casos, desfilar ante miles de paisanos y turistas de todo el mundo en el sambódromo de Río de Janeiro.

Para quien no solo sepa aún, Brasil es el país con más muertes de travestis y transexuales en el mundo, con 486 asesinatos entre 2008 y 2013, según los datos de la ONG Transgender Europa.

La simulación de una crucifixión durante la marcha del orgullo LGBT en São Paulo generó polémica en Brasil. Fotografía: Julia Chequer/Folhapress.

La modelo transexual VIviany Beleboni simuló una crucifixión durante la marcha del orgullo LGBT, en São Paulo, qie generó polémica en Brasil. Fotografía: Julia Chequer/Folhapress.

Cuando hablamos de todo el colectivo LGBT, las cifras se disparan: un muerto cada 27 horas, un 75% de las víctimas mundiales de la violencia homofóbica.

Viviany sabía que sería “crucificada” por la prensa conservadora, por los políticos reaccionarios y por los pastores de las cientos de miles de iglesias evangélicas del país.

Aun así, decidió arriesgarse y representar el “calvario” de los millones de gays, lesbianas, travestis y transexuales que viven en Brasil.

Sin embargo, entre los muchos  artículos que aparecieron en la prensa atacando a Beleboni y a la Asociación del Desfile Orgullo LGBT de São Paulo, ninguno de ellos se preguntó por qué una joven de 26 años haría algo que luego pondría en peligro su vida.

Después de la “crucifixión”, la actriz recibió innumerables amenazas de muerte.

No solo eso, sino que la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB, por su sigla en portugués), ejerció de máxima autoridad de la mayor reserva católica del mundo, con 168 millones de fieles, y exigió el pasado 11 de junio la aplicación del artículo 208 del Código Penal brasileño.

En caso de ser aceptada la denuncia, la modelo podría cumplir una pena de prisión de entre un mes y un año, además de pagar una cuantiosa multa como reparación por el “menoscabo en público de un acto u objeto religioso”.

Miles de personas participaron de la marcha, en São Paulo, el domingo 7 de junio. Fotografía:  Amauri Nehn/Brazil Photo press/Folhapress/Folhapress.

Miles de personas participaron de la marcha del orgullo LGBT, en São Paulo, el domingo 7 de junio. Fotografía: Amauri Nehn/Brazil Photo press/Folhapress/Folhapress.

“Mucha gente no lo sabe ni le importa, pero la mayoría de los transexuales han sufrido maltratos desde su infancia, eso se debe a que sus propias familias no aceptan su condición debido a la presión social y religiosa”, explica a “Brasil con Ñ” la propia Beleboni.

Con resignación, pero voz firme, cuenta el sufrimiento que significa nacer en el cuerpo y en el país equivocado.

“La mayoría no aguanta los abusos y acaba huyendo de sus casas en la adolescencia. Además, muchos no consiguen concluir sus estudios por el rechazo de sus compañeros en la escuela”, relata la modelo.

“Sin estudios, sin dinero, sin apoyo, ni nadie que quiera darles un trabajo digno, muchos acaban en el mundo de la prostitución”, se lamenta.

El relato de Beleboni no es un invento o una excusa que usa la comunidad, sino la dura realidad.

Según la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales de Brasil (ANTRA), el 90% del colectivo ejerce o ha ejercido la prostitución en algún momento de su vida, mientras que un 60% ha recibido algún tipo de agresión.

“Marginalizarse no es una opción sino una consecuencia por vivir en una  sociedad intolerante e hipócrita. Muchas compañeras acaban prostituyéndose con el mismo tipo de hombre casado que no ha querido darle trabajo en su negocio”, cuenta Viviany.

La bancada de diputados evangélicos protestan contra la marcha del orgullo LGBT.  Fotografía: Pedro Ladeira/Folhapress.

La bancada de diputados evangélicos protesta contra la marcha del orgullo LGBT. Fotografía: Pedro Ladeira/Folhapress.

La historia de Beleboni es una más en un mar de injusticias, de ahí la imperiosa necesidad de que algo cambie en Brasil.

Es por ello que el colectivo LGBT del país lucha contra la llamada “bancada evangélica” del Congreso Nacional que, a principios de 2015, consiguió que se archive el proyecto de ley PLC122/06 que proponía  criminalizar la homofobia en el país, tras ocho años de gestión.

A pesar de los intentos de algunos sectores de la prensa y la política por desviar el debate hacia el uso de los símbolos religiosos (¿dónde está ahora la tolerancia reclamada en el caso del atentado contra la revista francesa Charlie Hebdo?) en lugar de concentrarse en el problema de la homofobia, la Asociación del Desfile Orgullo LGBT de São Paulo no quiso caer en debates absurdos y lanzó un mensaje directo a la presidenta Dilma Rousseff: “Desde 2011, nunca apareció. Fue a actos religiosos, pero nunca al desfile, que es el mayor del mundo, en el país que gobierna. Debería participar más”.

El próximo 28 de junio, con el Desfile del Orgullo LGBT en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, cientos de personas congregadas en un evento en Facebook han prometido desfilar “crucificadas” en apoyo a Beleboni y al colectivo LGBT.

Será entonces cuando se vea si las palabras de Rousseff, que pronunció el pasado 17 de mayo, Día Internacional Contra la Homofobia, cuando dijo que la “homofobia debe ser criminalizada”, fueron solo retórica o de verdad existe un interés en sacar a Brasil del lugar que ocupa en el ranking de víctimas LGBT.

La participación de Rousseff en el desfile sería, de una vez, la prueba de que el Brasil del siglo XXI puede, y debe, cambiar, enterrar la hipocresía.

]]>
1
Río, partitura y Yemanyá http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/05/12/rio-partitura-y-yemanya/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/05/12/rio-partitura-y-yemanya/#comments Tue, 12 May 2015 17:46:20 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1431 Continue lendo →]]> POR GABRIEL BAYARRI, DE RÍO DE JANEIRO

Gabriel Bayarri (g.bayarritoscano@gmail.com) es español, estudiante e investigador de la Universidad Federal Fluminense (UFF). Nos acompaña con una serie de textos en los que aborda parte de su investigación sobre las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las favelas de Río de Janeiro.

***

Fue nuevamente un negro anciano el encargado de darme la lección en la favela: “Ustedes, los gringos, no consiguen mover los pies”, dijo. Y de un brinco agarró un tamborín y comenzó a emitir un ritmo agudo, acompasado, batiendo con su bastón, antigua pierna de una banqueta descompuesta.

El viejo despertó a los gallos y se inició así el ritual sonoro del día 29 de abril, el día mundial de la danza.

La favela se levantó vibrando y el aroma de alcantarillado y acarayé quedó limitado por una percusión que hacía aflorar al resto de los sentidos. Escuché la percusión, olvidando entonces todas las artimañas racionalistas europeas, creadoras del orden repetitivo, de nuestro día a día, y me dejé llevar por la partitura.

Provenía de un continente al que llamaban de “civilizado”, cuyas normas estrictas se fundaban en los criterios más antiguos, con una economía y sociedad hechas pedazos, pero donde no había más remedio que someterse al imperio de la razón.

El viejo bailó hasta la cena, cuando la favela comenzó a desprender un aroma a ropa vieja, de refrito de frijoles. Danzó las sambas que durante años fueron perfeccionados en las escuelas carnavalescas de los morros, aportando al origen afro-indígena de la música los ritmos urbanos, los instrumentos del cavaquinho y el pandero.

El anciano fue realizando pequeñas modificaciones en el compás hasta alcanzar el baile derivado del pagode, buscando la perfección estética, aquella que fundía la punta de sus pies con la propia tierra, buscando aquella estética que había ido puliendo, como un artesano, desde que comenzó a caminar.

Sus piernas narraban el conocimiento de generaciones de esclavos, sus movimientos conocían la realidad de la desigualdad, sus manos teatralizaban algoritmos complejos, teorías económicas, políticas públicas capaces de extraer a su familia del fondo de la miseria crónica de las favelas brasileñas. Concluyó la danza con una marcha in crescendo, que relataba las situaciones miserables de su pueblo.

Con sus zancadas se interpretaron los gigantes movimientos sociales que vapulean el país desde hace dos años. Su respiración entrecortada expulsaba el anhelo de un país que todavía posee un 10% de su pueblo analfabeto, un 20% funcional, un país que concentra en la élite formada por un 10% de la población más del 75% de la riqueza.

En su sátira feroz el viejo pisó fuerte al ritmo del último compás. Pisó fuerte sobre la corrupción de toda la casta política, contra las 50.000 mujeres violadas por año, contra los más de 45.000 homicidios anuales, contra los bajos salarios de unos profesores de escuelas fundamentales, que llegan a alcanzar unos mínimos de 700 reales mensuales (aproximadamente 220 dólares) y que son apaleados por la Policía Militar cuando tratan de manifestarse.

Pisó con sus chanclas contra la tasa de abandono escolar del 56% de los adolescentes y contra la falta de saneamiento básico, aplastando charcos de barro por la falta de presencia del Estado en todos los servicios básicos, cerrando una evaluación compuesta por compases, cayendo sobre su bastón, exhausto.

Ahora tenía 80 años, era un sambista arrugado y sus manos caoba desvelaban años en la obra, practicando el samba en los andamios, aupando sacos de cemento.

El viejo me explicó lo siguiente: “Fue cuando comencé a bailar, cuando empecé a entender el mundo. Hoy Yemanyá dijo al viento que llevase su brisa marina, que la aproximase a los tambores que resonaban a lo largo del día, de todo Brasil. Las ropas pesan más cuando están mojadas de sudor, pero la brisa enviada por la orixá me refresca”.

La música emitía un lenguaje propio, no siempre fácil de comprender. Un lenguaje que homenajea a este día, una manifestación artística capaz de atravesar cualquier barrera política, cultural o étnica y alargar el brazo, intentando juntar el mundo.

Era su crítica, el arma simbólica del viejo, que con sus pasos lanzaba un ataque feroz, una llamada a la esperanza, una lucha de tambores por un país más justo.

]]>
1
La “argentinización” de Brasil http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/03/23/la-argentinizacion-de-brasil/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/03/23/la-argentinizacion-de-brasil/#comments Mon, 23 Mar 2015 16:32:43 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1384 Continue lendo →]]> POR FEDERICO CORNALI, DE SÃO PAULO

Para bien o para mal, el imaginario brasileño ha catalogado a los argentinos como inconformistas crónicos y seres sumamente politizados, entre muchas otras características.

“En tu país, le preguntás a cualquiera de política y te da una cátedra sin siquiera haber terminado la escuela primaria” o “ustedes saben de derechos y no se guardan nada; si algo no les gusta, salen a la calle a manifestarse”, eran frases que los argentinos se acostumbraron a escuchar apenas atravesaban la frontera y entablaban alguna conversación en “portunhol”.

El brasileño promedio solía ser relajado y observaba todo aquello como un mero espectáculo televisivo, admirando o despreciando esa tensión continua en el país de “los hermanos”. Esas imágenes que la pantalla les traía eran procesadas como sucesos lejanos que formaban parte de una realidad ajena a la suya. Como si fueran escenas de una novela más.

Eso no significa que Brasil tenga una historia poco compleja, de cómodo trazado. Todo lo contrario. Tampoco quiere decir que movimientos sociales de relevancia sean harina de otro costal por aquí.

A comienzos de marzo, mientras Dilma Rousseff hablaba por televisión los brasileños hicieron sonar sus cacerolas, en ciudades como São Paulo y Belo Horizonte. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

A comienzos de marzo, mientras Dilma Rousseff hablaba por televisión, los brasileños hicieron sonar sus cacerolas, en ciudades como São Paulo y Belo Horizonte. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

Nadie puede discutir -por poner un ejemplo- la importancia que tuvieron las marchas entre 1983 y 1984 que pedía elecciones directas y buscaban derogar un sistema electoral legado por la dictadura.

La cotidianeidad de las protestas, huelgas y manifestaciones de tipo variado con epicentro en Buenos Aires, lograron que en Brasil se acuñara el término “viramos [nos transformamos en] Argentina” cuando en junio de 2013, algunos meses antes  y durante el Mundial 2014  miles de manifestantes salieron a la calle para protestar con metodología “piquetera”, importada desde Argentina, adueñándose de las calles y bloqueándolas, para darle mayor contundencia al reclamo de turno.

AQUEL JUNIO DE 2013

Lo cierto es que si hablamos en términos de inconformismo social y presencia masiva en las calles, Brasil lleva ya un tiempo “imitando” los hábitos del vecino.

Las manifestaciones de junio de 2013, que comenzaron con poco más de 200 estudiantes del movimiento Passe Livre protestando por el aumento de la tarifa del transporte público, fueron el gran detonante.

“Vem pra rua” (“Ven a la calle”) se convirtió en el  grito de guerra. Y lo que empezó con el descontento de un grupo aparentemente aislado, terminó siendo material de primera plana de todos los medios de comunicación.

Acto organizado en enero de este año por el movimiento Passe Livre en contra del aumento de la tarifa del ómnibus. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

Acto organizado en enero de este año por el movimiento Passe Livre en contra del aumento de la tarifa del ómnibus. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

Así, antes de que terminara ese junio, el más rupturista de la historia brasileña, eran 353 las ciudades alcanzadas por las chispas de la protesta. En ese momento, se estimaba que el promedio superaba las 22 marchas diarias en todo el país.

La corriente, lejos de serenarse, continuó a puro vigor. La Copa de las Confederaciones de 2013 y el Mundial de 2014 levantaron a multitudes que bramaban contra los multimillonarios costos de los faraónicos estadios construidos para el torneo de fútbol. Las batallas campales contra las fuerzas del orden eran una constante.

El viernes 13 y el domingo 15 pasados, decenas de miles de personas volvieron a tomar la calle, en lo que pareció ser una continuación de las manifestaciones de 2013 y 2014, aunque con diferentes propósitos.  Las movilizaciones del viernes fueron en casi 50 ciudades y tuvieron como eje principal el apoyo a la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

El domingo, fue todo lo contrario: las manifestaciones multitudinarias se extendieron por diferentes capitales de todo Brasil con el objetivo de denunciar la  corrupción en la estatal Petrobras, protestar contra la crisis económica y el aumento de los impuestos.

Algunos, un tanto más extremos, pedían el juicio político de la presidenta brasileña y una minoría  reivindicaba el regreso de los militares al poder.

No serán estas las últimas manifestaciones de los diferentes sectores sociales y tampoco tienen por qué continuar presentándose con esta morfología: a favor o en contra del Partido de los Trabajadores (PT) y de Rousseff.

Integrantes de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y otras centrales sindicales  organizaron un acto en defensa de los derechos de los trabajadores, el pasado 13 de marzo. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

Integrantes de la Central Única de los Trabajadores (CUT) y otras centrales sindicales organizaron un acto en defensa de los derechos de los trabajadores, el pasado 13 de marzo. Fotografía: Eduardo Anizelli/Folhapress.

“Se trata de una sociedad civil brasileña renovada, más informada y educada, que continúa teniendo que vérselas con instituciones del siglo pasado, anacrónicas, que ya no atienden a los nuevos deseos de la población”, resumió hace algún tiempo el psicoanalista brasileño Jorge Forbes.

DÓLAR E INFLACIÓN 

Convertirse en “Argentina o Venezuela” fue una frase muy popularizada durante las últimas elecciones de octubre de 2014, sobre todo entre las élites, como un augurio del peor futuro para Brasil bajo el mandato de Dilma.

La devaluación que sufrió el real  frente el dólar en el último tiempo es uno de los indicadores que encendieron las alarmas. Pasó en poco menos de un año de 2, 25 a 3,25 y alcanzó el nivel más bajo desde 2003. Algunos economistas aseguran que podría subir  hasta cuatro reales por cada dólar.

En Argentina, las restricciones para comprar dólares impuestas por el gobierno se han ido endureciendo paulatinamente. Como consecuencia de la imposibilidad de adquirir la divisa norteamericana legalmente, se aceleró su cotización en el mercado negro o paralelo, en donde puede conseguirse un dólar a cambio de 13 pesos. Los pocos que pueden comprar dólares al cambio oficial tienen que desembolsar 8, 67 pesos por cada dólar.

El 15 de marzo pasado una multitud llenó la avenida Paulista en una protesta anti PT y anti Dilma, en São Paulo. Fotografía: Reinaldo Canato/Folhapress.

El 15 de marzo pasado una multitud llenó la avenida Paulista en una protesta anti PT y anti Dilma, en São Paulo. Fotografía: Reinaldo Canato/Folhapress.

En Venezuela también existían trabas para conseguir dólares, pero desde hace poco más de un mes, debido a la crisis económica que vive aquel país, se puede cambiar la moneda norteamericana por bolívares legalmente con cuatro tasas diferentes.

No obstante, el mercado paralelo sigue siendo una de las fuentes principales de compra de dólares y el valor de la divisa norteamericana oscila todos los días: la semana pasada, se ubicó en 260 bolívares por dólar, mientras que el cambio oficial del Banco Central de Venezuela estaba en 190.

El aumento de la inflación también es uno de esos puntos que pueden emparentar a los tres países  hermanos. Venezuela, con una inflación del 68,5% en 2014, reconoció en febrero pasado que tiene la inflación más alta del mundo.

En Argentina, de acuerdo con el “Índice Congreso”, la inflación de 2014 fue del 31,43% anual, mientras que las mediciones oficiales del INDEC indican que el aumento de precios el año pasado fue del 23,9%.

En Brasil, el estimado anual actualmente se acerca al 8% (el más alto en los últimos 10 años), pero se mantiene muy lejos de los altísimos porcentajes de inflación de Venezuela y Argentina.

Miles de manifestantes tomaron la avenida Paulista en junio de 2013. Fotografía: Marcelo Justo/Folhapress.

Miles de manifestantes tomaron la avenida Paulista en junio de 2013. Fotografía: Marcelo Justo/Folhapress.

CACEROLAZOS

Otra  forma de protesta que se ha vuelto costumbre en Brasil es el “ panelaço” o “cacerolazo”, instalado principalmente en los barrios de clase media alta. Consiste en golpear ollas o sartenes durante los discursos de Dilma o de algún ministro de su gobierno.

En Argentina, el “cacerolazo” ya es parte del folclore nacional. La primera vez que las personas salieron a golpear sus cacerolas fue en 1996 para mostrar el descontento con el gobierno de Carlos Saúl Menem.

Uno de los más resonantes, que dio la vuelta al mundo y provocó la salida del entonces presidente Fernando de la Rúa, fue el cacerolazo del 19 de diciembre de 2001. Volvieron en 2008, con el conflicto entre el gobierno de Cristina Kirchner y los productores agropecuarios.

Un último punto en el que los dos países se parecen mucho es en la “Ley de Medios” (“Lei da Mídia”, en portugués), aunque en Brasil, por ahora, sólo es materia de debate. La coyuntura pasó por encima de esta ley que pretende hacer primar el derecho humano sobre el mero servicio comercial.

Para establecerla, los defensores del proyecto señalan a la Argentina como un ejemplo de apertura del juego y eliminación de los monopolios de comunicación. Pero los detractores buscan la refutación más fácil: “Si seguimos el ejemplo de Argentina, así terminaremos…”.

 

Cacerolazo en Buenos Aires contra la presidenta argentina Cristina Kirchner, en 2012.  Fotografía: Daniel Garcia - 8.nov.2012/AFP.

Cacerolazo en Buenos Aires contra la presidenta argentina Cristina Kirchner, en 2012. Fotografía: Daniel Garcia – 8.nov.2012/AFP.

El término “argentinización” es mirado de reojo en Brasil, sobre todo por su connotación negativa.

Sin embargo, abandonar una posición cómoda para hacerse escuchar y mostrarse en desacuerdo -sin recurrir a la violencia- acelera el proceso de purificación y aceita los mecanismos de cualquier democracia.

Si haberse “argentinizado” significa que el brasileño dejó de mirar todo “por encima del muro” para tomar una postura, ser parte y construir, quedará pendiente entonces una revisión del sentido que se le otorga al tan castigado término.

]]>
1
El show debe continuar, aunque naufraguen los sueños http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/02/09/el-show-debe-continuar-aunque-naufraguen-los-suenos/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/02/09/el-show-debe-continuar-aunque-naufraguen-los-suenos/#respond Mon, 09 Feb 2015 13:33:25 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1288 Continue lendo →]]> POR FEDERICO CORNALI, DE SÃO PAULO

Se acabó. Después de vencer a Nick Díaz en Las Vegas parecía que la historia del ex campeón de artes marciales mixtas Anderson Silva encontraba un epílogo dulce, acorde a la fenomenal trayectoria de este ícono bandera del Ultimate Fighting Championship (UFC), que retornó al octógono el pasado 31 de enero, tras más de un año de ausencia.

Dejando atrás su conmovedora lesión, fractura de tibia y peroné de la pierna izquierda en aquel combate ante su verdugo Chris Weidman, en diciembre de 2013, el carácter de este regreso era apoteósico, pero destilaba cierta nostalgia. Era, tal vez, la última posibilidad de ver a una leyenda en actividad.

Durante años, los movimientos armónicos aunque letales de Spider arrastraron, con efecto hipnótico, a miles de fanáticos de cada rincón de Brasil hasta ponerlos delante de las pantallas de los bares, que abarrotaron en cada presentación del paulista, aunque él prefiere que lo llamen curitibano.

Veloz y técnico en sus movimientos, vehemente en sus lances, siempre era un espectáculo ver a quien se hizo conocido en los Estados Unidos luego de tumbar en apenas 49 segundos a Chris Leblen, figura surgida del reality “The Ultimate Fighter I”.

Anderson Silva golpea a Nick Diaz, durante la pelea del de enero, en Las Vegas. Fotografía: Steve Marcus/AFP.

Anderson Silva golpea a Nick Diaz, durante la pelea del 31 de enero, en Las Vegas. Fotografía: Steve Marcus/AFP.

En 2006 se erigió como campeón mediano (venciendo a Rich Franklin) y desde allí no paró. Hasta la actualidad, ostenta el reinado más largo en la historia de la organización, y en su récord figura también la racha más amplia de victorias, con 16 triunfos consecutivos y 10 defensas exitosas de su cinturón.

Algunos recordarán en unos años a Silva rodeado de figuras pop del Norte del continente, como Justin Bieber o Steven Seagal, encandilado por los faroles de la abundancia.

Sin embargo, muchos otros añorarán a aquel flaco desgarbado que creció bajo el ala de su tío, un oficial de policía, y esquivando prejuicios se enamoró del jiu-jitsu, un deporte que no se consideraba apto para niños pobres como él.

Para mantener en pie su sueño adolescente, Silva trabajó en un Mc Donald’s y el Spider que tan bien suena viene de su loca afición por Spider-Man, su héroe de siempre, de quien copió no sólo su apodo sino también sus movimientos, esos que fueron furor en Youtube.

Anderson Silva

Ahora, la nube más pesada los envuelve a todos y castiga duro. Las lágrimas que Silva, emocionado, dejó caer en el octógono del MGM Grand tras su victoria, el pasado 31 de enero, dejaron de ser saladas y se tornaron amargas luego de confirmarse el positivo en el primer control antidoping que se le realizó 22 días antes del combate (09/01).

Los hijos del campeón (son cinco), que después de la pelea le pidieron a su padre que abandonase la actividad, se transformaron -tras conocer la noticia del doping- en los abanderados en la cacería de “traidores”. “Algunos de ustedes dicen ser parte del equipo Silva, pero tan pronto como un rumor como este sale a la luz… gente falsa. Crean lo que quieran creer”, escribió uno de ellos, Kalil, en su cuenta de Instagram.

Su bronca es la de  muchos niños y adolescentes brasileños, que maduraron viendo  a Spider, que tal vez sueñan en ser como él cuando se dispersan un poco de sus quehaceres como despachantes de comidas rápidas, en la escuela o en el gimnasio.

Nada de eso les importa a los responsables de montar el teatro del UFC, que antes del combate ante Díaz sabían que Anderson registraba un positivo por uso de esteroides anabólicos (drostanolona y androsterona).

También su rival de turno falló en el test, por consumo de marihuana. “Show must go on”, pensaron los directivos que abrieron la billetera, colocaron dentro los dólares y hoy se hacen los desentendidos ante los reclamos, las pruebas y contrapruebas.

David Becker/Associated Press

Anderson Silva cae y grita de dolor: del enfrentamiento contra Chris Weidman, en diciembre de 2013, salió con fractura de tibia y peroné. David Becker/Associated Press.

Casi una semana después del combate que Anderson Silva ganó, la Comisión Atlética del Estado de Nevada anunció que dejará “sin resultado” la última contienda ante Díaz, debido a que ambos no superaron sus respectivos tests.

Ese órgano regulador tiene la potestad de suspender o alterar los fallos de las luchas, no sólo de UFC, sino también del boxeo dentro de su jurisdicción. Spider, al igual que su oponente, podrían perder sus premios, y es justo, pero sería válido también que sancionen a los directivos que los empujaron a luchar sabiendo lo que ocurría.

Vale aclarar que nadie le quita responsabilidad a Spider ni a su equipo. Sucumbieron ante la presión, tuvieron miedo, fallaron… como fallan los principiantes.

No es la primera vez que los responsables de la UFC sueltan la mano de sus competidores emblema para recoger con la sobrante los billetes. Jon Jones, otra de las figuras de este deporte, también había sido “cazado” por uso de cocaína el 3 de diciembre de 2014.

Silva junto a su familia, en una foto que posteó en su Instagram. Fotografía: Reprodução/Instagram/spiderandersonsilva.

Silva junto a su familia, en una foto subida a su cuenta de Instagram, en enero de 2014, cuando se encontraba en plena recuperación. Fotografía: Reprodução/Instagram/spiderandersonsilva.

Hasta sus entrenadores lo sabían, pero todos hicieron la vista gorda para que pudiese enfrentar a Daniel Cormier (el 3 de enero) en otra velada que reportó millones a los patrocinadores y a la organización. Apenas terminado el combate, se dio a conocer el resultado.

Este organismo que nunca cuidó de sus mejores exponentes e intenta salir ileso de las maniobras, pagará las consecuencias a corto o mediano plazo.

Desacreditado, empezará a dar manotazos de ahogado; tal vez algunos privilegiados se salven. Así y todo, las víctimas más lamentables de este juego sucio que involucra a varias partes siguen despachando papas fritas y hamburguesas, sollozando por el sueño quebrado, detrás de los mostradores de algún empleo mal pago.

]]>
0
La ciudad de las fronteras invisibles http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/01/22/la-ciudad-de-las-fronteras-invisibles/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2015/01/22/la-ciudad-de-las-fronteras-invisibles/#comments Thu, 22 Jan 2015 19:23:47 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1268 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO

Si algo define a Brasil más allá de su gente, es su inmensidad. El gigante sudamericano, de dimensiones prácticamente continentales, es el único país del Cono Sur que comparte fronteras con todos sus vecinos a excepción de Chile y Ecuador.

Sin embargo, a veces las fronteras que no se encuentran trazadas en los mapas son las más difíciles de atravesar. Norte y Sur, ciudad y campo, centro y periferia o asfalto y favela, son fronteras invisibles que muchos parecen haber olvidado, especialmente aquellos que han quedado del lado “bueno”.

Desde el pasado fin de semana, una nueva frontera ha sido establecida en Río de Janeiro. Agentes de la Policía Militar (PM) montan controles en las salidas de los túneles que conectan la zona Norte de la ciudad con la zona Sur. Su objetivo es detener los autobuses que, cargados de jóvenes provenientes de las comunidades de la zona Norte, se dirigen hacia las míticas playas de la ciudad.

Es la frontera de la vergüenza, la del Norte pobre y el Sur rico que las montañas del macizo de Tijuca ya se habían encargado de crear, pero que los cariocas se habían asegurado de mantener con unos precios de alquiler que garantizaran  el aislamiento de los adinerados habitantes sureños.

Con sus fusiles en mano, como harían en la frontera de un país en guerra, los agentes de la PM inspeccionan meticulosamente los autobuses que salen del túnel de Rebouças o Santa Bárbara en busca de personas “no deseables” en dirección a unas playas que estos días acogen a miles de turistas.

Playas repletas y algunos robos se registraron el pasado fin de semana en Ipanema y Leblon. Fotografía: Ricardo Borges/Folhapress

Playas repletas y algunos robos se registraron el pasado fin de semana en Ipanema y Leblon. Fotografía: Ricardo Borges/Folhapress

Su foco se centra en la línea 476 que conecta Leblon, el barrio más exclusivo de Río de Janeiro, con el barrio de clase obrera de Meier, pasando por prácticamente todas las grandes favelas de la región Norte.

El pasado domingo, las imágenes de un grupo de más de 20 jóvenes rompiendo las ventanas e incluso subiendo al techo del autobús hicieron que muchos pongan el grito en el cielo.

“Si alguien está asomándose por las ventanas, puertas o con un comportamiento fuera de lo normal, el vehículo será parado y las personas retiradas”, avisó el pasado 15 de enero el subjefe de Operaciones de la PM, Claudio Lima Freire.

A las imágenes del pasado domingo se une el temido fenómeno del “arrastão” , es decir, grupos de hasta 50 jóvenes que asaltan a su paso a bañistas y transeúntes, que el pasado fin de semana actuaron en Ipanema y Leblón, y que han generado el caos entre los habitantes de la zona Sur.

Estas circunstancias parecen justificar este tipo de medidas conocidas por la PM como “Operação Verão”, que se complementa con un refuerzo de 700 agentes que patrullan desde el pasado fin de semana las playas de la ciudad.

Al parecer, a partir de ahora cualquier grupo de amigos de la zona Norte que desee viajar en autobús hasta las playas de Ipanema o Leblón deberá ser un ejemplo de buenos modales y tendrán que evitar pasear en grupo por la orilla de la playa.

En declaraciones a “Folha de Sao Paulo”, el director del Observatorio de Favelas, Jorge Luiz Barbosa, aseguró que los controles en los autobuses  “atentan contra el derecho de ir y venir de las personas” y añadió que “parte de un juicio de valor que considera a los habitantes de los suburbios como potenciales sospechosos “.

Un policía entra en el agua para atrapar a uno de los ladrones de la playa. Fotografía: Ricardo Borges/Folhapress

Un policía entra en el agua para atrapar a uno de los ladrones de la playa de Río. Fotografía: Ricardo Borges/Folhapress

Por su parte, el miembro del Instituto de Desarrollo y Derechos Humanos, João Tancredo, calificó la medida como “una violación de los derechos del ciudadano” y una acción basada en “prejuicios y humillante”. No obstante, y a pesar de las denuncias de diferentes ONGs, el miedo justifica los medios y la medida ha sido acogida con gran entusiasmo por los vecinos de la zona Sur de la ciudad.

Este mismo martes, día del patrón de la ciudad, San Sebastián, la PM realizó varias revistas que fueron calificadas como un éxito. “Está surtiendo efecto”, declaró a la TV Globo uno de los agentes, que además aseguró que los controles serán cambiados de ubicación cada fin de semana para lograr mayor efectividad.

El debate de la inseguridad en las playas abarrotadas de Río de Janeiro es una constante cada inicio de verano. Mientras tanto, las medidas del ayuntamiento y del gobierno del Estado de Río de Janeiro son cada vez más contundentes, algo que agradecen los bañistas y el turismo.

Sin embargo, resulta difícil establecer la línea entre seguridad y segregación. Lo que es seguro es que cada vez la zona Sur parece estar más aislada de la realidad del conjunto de la ciudad. Ni las obras del metro, ni el BRT, ni siquiera la experiencia del Mundial de fútbol o las preparaciones para los Juegos Olímpicos de 2016 parecen haber acercado a sus habitantes, sino más bien todo lo contrario.

La gentrificación y no otra es la verdadera frontera que divide a Río de Janeiro. Una frontera que no se vigila con policías sino con un ayuntamiento que diseñe una ciudad sin límites, abierta y accesible para todos sus ciudadanos. Río de Janeiro, la “cidade maravilhosa”, no merece ser una ciudad de frontera condenada a servir de escaparate a la belleza y, al mismo tiempo, a la miseria de Brasil.

]]>
2
Brasil no se deja seducir por Julien Blanc http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/11/24/brasil-no-se-deja-seducir-por-julien-blanc/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/11/24/brasil-no-se-deja-seducir-por-julien-blanc/#respond Mon, 24 Nov 2014 11:36:34 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1201 Continue lendo →]]> POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO

Podría ser un hotel de cualquier país del mundo. En medio de la típica sala de reuniones, un joven de 25 años gesticula y lanza sus premisas ante una audiencia de hombres entre los cuales ninguno supera los 40 años.

Como si de una revelación se tratase, escuchan con atención cada palabra del “gurú” sin osar interrumpirlo.

En un momento dado, los movimientos del protagonista se vuelven exagerados y las carcajadas se extienden entre su complacida audiencia.

“En Japón, si eres un hombre blanco puedes hacer lo que te dé la gana. Me paseaba por las calles agarrando a las chicas por el cuello y poniendo sus cabezas contra mi entrepierna”, comenta orgulloso el suizo Julien Blanc, quien se considera uno de los más exitosos maestros de seducción del mundo.

El video de este polémico “curso de seducción” y las imágenes de sus andanzas en Japón han dado la vuelta al globo sin dejar a nadie indiferente.

“Curso de seducción”

Afirmaciones como que su método causa “un cortocircuito en la mente lógica de las mujeres” o que “las hace suplicar por sexo” le han valido el rechazo no solamente de colectivos feministas de medio mundo, sino que los gobiernos de Canadá, Australia, Reino Unido y recientemente Brasil se han unido para prohibirle al suizo realizar sus seminarios de seducción dentro de sus fronteras.

Pero para comprender el fenómeno de Julien Blanc, primero hay que entender la realidad que representa.

La comunidad de los llamados “Pick Up Artists” o “PUA” se extiende a nivel internacional y posee millones de seguidores que consumen ansiosos las guías y manuales de flirteo de estos “gurús de la seducción”.

Las redes sociales rebosan de las experiencias de estos aprendices de “Don Juan” que no dudan en grabar sus aventuras y divulgarlas en internet, muchas veces sin el consentimiento de las mujeres que en ellos aparecen.

Solo así puede entenderse que Blanc pueda permitirse viajar por el mundo entero dando seminarios de un fin de semana a 2000 dólares por persona, en los que enseña técnicas para dominar y minar la autoestima de las mujeres.

Un dinero que, al parecer, más de uno de los más de 100.000 miembros de la comunidad PUA en Brasil estaba dispuesto a desembolsar por los seminarios que la empresa de Blanc, Real Social Dynamics, con sede en Los Ángeles (Estados Unidos), tenía planeado realizar en las ciudades de Florianópolis y Río de Janeiro, en el mes de enero.

Consciente del revuelo, la semana pasada el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, emitió un comunicado en el que anunció que “existen argumentos suficientes para denegar la entrada” del suizo al país.

Además, en una entrevista con la revista Exame, la ministra de la Secretaría Especial de Políticas para las Mujeres, Eleonora Menicucci, afirmó que Brasil “no puede aceptar que un señor extranjero entre en el país para dar conferencias sobre cómo violar a una mujer” y añadió que los métodos enseñados por Blanc “son una incitación al crimen”.

El americano Julien Blanc tiene planeado llevar a Brasil su "curso de  seducción". Fotografía: Reprodução/Facebook.

Julien Blanc tiene planeado llevar a Brasil su “curso de seducción”. Fotografía: Reprodução/Facebook.

“El señor Blanc no es un simple instructor de técnicas de seducción, sino un instructor de técnicas de acoso a las mujeres con métodos abusivos e incluso violentos”, opina la secretaria ejecutiva de la Universidad Libre Feminista, Beth Ferreira, quien añade que las ideas de Blanc “solo fortalecen la cultura de la violencia contra las mujeres y la violación, que ya son un fuerte problema en Brasil”.

Esta representante del movimiento feminista aplaude la decisión del gobierno brasileño y califica como “lamentable”  que “a esta altura los hombres busquen este tipo de entrenamiento”.

Pero, sorprendentemente, el rechazo contra Blanc en Brasil no se ha limitado al gobierno y a los movimientos feministas.

El representante de la filial “PUA Training” en el país y maestro de la seducción desde 2010, Fernando Fénix, también le  expresó a este cronista su repudio contra los métodos del suizo.

Para este carioca de 35 años, responsable por haber instruido a más de 2000 brasileños en las artes de la seducción, Julien habría “perdido las formas a la hora de divulgar su trabajo en las redes sociales” y ahora estaría “pagando el precio de sus imprudencias”.

Como uno de los principales afectados del estigma que Blanc podría traer a la comunidad PUA, Fénix cree que el gobierno brasileño estaría “haciendo lo correcto” y subraya que las autoridades deberían actuar para “evitar cualquier tipo de apología a la violencia o discriminación de las mujeres”.

“Julien se pasó de la raya. Cualquier tipo de técnica de seducción que sea usada para degradar a otra persona pierde todo el sentido. Eso no puede calificarse de conquista, sino de dominación, que es un concepto muy diferente”, resalta Fénix, quien cita a Richard Gambler como su referente en el mundillo PUA y asegura que jamás ha utilizado las técnicas de Blanc en sus seminarios, dictados en diferentes ciudades de Brasil.

Para él, al igual que para muchos otros “Pick Up Artists” de Brasil, lo importante es que el ejemplo de Julien Blanc no cree un estigma hacia una comunidad que, según declaran sus miembros, no desea promover la desigualdad entre hombre y mujer, sino buscar la complicidad y el entendimiento entre los dos sexos.

]]>
0
¿Quién aprieta el gatillo cuando la policía mata? http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/11/19/quien-aprieta-el-gatillo-cuando-la-policia-mata/ http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/2014/11/19/quien-aprieta-el-gatillo-cuando-la-policia-mata/#comments Wed, 19 Nov 2014 18:06:57 +0000 http://brasilcomn.blogfolha.uol.com.br/?p=1181 Continue lendo →]]> POR ESTHER SOLANO, DE SÃO PAULO

Esther (prof.esther.solano@gmail.com) es española, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de São Paulo y miembro del Fórum de Seguridad Pública.

***

El domingo fui al cine a ver el documental “A quemarropa”, de la directora Theresa Jessouroun. Confieso que entré en la sala expectante, entre angustiada y ansiosa. Sabía que la obra trataba de las matanzas perpetuadas por la Policía Militar de Río de Janeiro contra la población de la periferia.

Un tema, como mínimo, duro, espinoso para la gran pantalla, donde la crudeza de lo cotidiano se muestra sin tapujos y se impone sin piedad.

Por otro lado, recién estrenado el documental, ya no estaba exento de polémicas.Fue exhibido para un grupo se cadetes de la Academia de Policía Militar Don João VI, en Río, donde, por orden del comando, los periodistas presentes fueron invitados a retirarse.

Una muestra más de la dificultad inmensa de debatir sobre seguridad pública, sobre policía y letalidad en un país donde los policías matan mucho y mueren no menos.

Mi agonía tomó forma ya en las primeras escenas. Una película durísima, porque refleja la bárbara realidad de agentes del Estado que, en vez de proteger, matan. Agentes que matan, que utilizan el asesinato como herramienta de trabajo, que matan por venganza, por rutina, por corrupción, por “limpieza”.

En fin, que matan diariamente desde la jornada escabrosa de la favela de Vigário Geral,en 1993, con los cadáveres de 21 personas hasta los episodios del conjunto de favelas del Complexo do Alemão en 2007, esta vez con 19 personas asesinadas.

Tantos años de intervalo y una historia tan pavorosamente repetida demilicias, tráfico de drogas, armas ilegales, corrupción… “A quemarropa” muestra que el agujero es realmente profundo y que las miserias causadas como  resultado del mismo son atroces. La deshumanización parece total.

Salí del cine abatida, con una pregunta que no dejaba de rondarme la cabeza: cuando la policía mata, ¿quién aprieta el gatillo? Si la policía mata es porque existe una orden política tal vez directa, tal vez indirecta o como mínimo una connivencia o un silencio afirmativo.

Si la policía mata es porque la Justicia no cumple su papel como debería y deja a los asesinos en una impunidad escandalosa. Si la policía mata es porque la sociedad aprueba y aplaude el famoso y siniestro discurso de bandido bueno es bandido muerto.

Si la policía mata ¿no lo hace protegida, auspiciada, arropada por los discursos de odio de personajes públicos como el presentador José Luiz Datena, la periodista Raquel Sheherezade, el diputado Jair Bolsonaro o el coronel Telhada y demás personajes que predican la política de la bala?

La policía es un instrumento de poder que, cuando mata, no lo hace de forma autónoma, sino con el beneplácito de muchos y el silencio de otros. Son muchos los que aprietan el gatillo cuando la policía mata.

]]>
3