Brasil no se deja seducir por Julien Blanc
24/11/14 08:36POR EDU SOTOS, DE RÍO DE JANEIRO
Podría ser un hotel de cualquier país del mundo. En medio de la típica sala de reuniones, un joven de 25 años gesticula y lanza sus premisas ante una audiencia de hombres entre los cuales ninguno supera los 40 años.
Como si de una revelación se tratase, escuchan con atención cada palabra del “gurú” sin osar interrumpirlo.
En un momento dado, los movimientos del protagonista se vuelven exagerados y las carcajadas se extienden entre su complacida audiencia.
“En Japón, si eres un hombre blanco puedes hacer lo que te dé la gana. Me paseaba por las calles agarrando a las chicas por el cuello y poniendo sus cabezas contra mi entrepierna”, comenta orgulloso el suizo Julien Blanc, quien se considera uno de los más exitosos maestros de seducción del mundo.
El video de este polémico “curso de seducción” y las imágenes de sus andanzas en Japón han dado la vuelta al globo sin dejar a nadie indiferente.
Afirmaciones como que su método causa “un cortocircuito en la mente lógica de las mujeres” o que “las hace suplicar por sexo” le han valido el rechazo no solamente de colectivos feministas de medio mundo, sino que los gobiernos de Canadá, Australia, Reino Unido y recientemente Brasil se han unido para prohibirle al suizo realizar sus seminarios de seducción dentro de sus fronteras.
Pero para comprender el fenómeno de Julien Blanc, primero hay que entender la realidad que representa.
La comunidad de los llamados “Pick Up Artists” o “PUA” se extiende a nivel internacional y posee millones de seguidores que consumen ansiosos las guías y manuales de flirteo de estos “gurús de la seducción”.
Las redes sociales rebosan de las experiencias de estos aprendices de “Don Juan” que no dudan en grabar sus aventuras y divulgarlas en internet, muchas veces sin el consentimiento de las mujeres que en ellos aparecen.
Solo así puede entenderse que Blanc pueda permitirse viajar por el mundo entero dando seminarios de un fin de semana a 2000 dólares por persona, en los que enseña técnicas para dominar y minar la autoestima de las mujeres.
Un dinero que, al parecer, más de uno de los más de 100.000 miembros de la comunidad PUA en Brasil estaba dispuesto a desembolsar por los seminarios que la empresa de Blanc, Real Social Dynamics, con sede en Los Ángeles (Estados Unidos), tenía planeado realizar en las ciudades de Florianópolis y Río de Janeiro, en el mes de enero.
Consciente del revuelo, la semana pasada el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, emitió un comunicado en el que anunció que “existen argumentos suficientes para denegar la entrada” del suizo al país.
Además, en una entrevista con la revista Exame, la ministra de la Secretaría Especial de Políticas para las Mujeres, Eleonora Menicucci, afirmó que Brasil “no puede aceptar que un señor extranjero entre en el país para dar conferencias sobre cómo violar a una mujer” y añadió que los métodos enseñados por Blanc “son una incitación al crimen”.
“El señor Blanc no es un simple instructor de técnicas de seducción, sino un instructor de técnicas de acoso a las mujeres con métodos abusivos e incluso violentos”, opina la secretaria ejecutiva de la Universidad Libre Feminista, Beth Ferreira, quien añade que las ideas de Blanc “solo fortalecen la cultura de la violencia contra las mujeres y la violación, que ya son un fuerte problema en Brasil”.
Esta representante del movimiento feminista aplaude la decisión del gobierno brasileño y califica como “lamentable” que “a esta altura los hombres busquen este tipo de entrenamiento”.
Pero, sorprendentemente, el rechazo contra Blanc en Brasil no se ha limitado al gobierno y a los movimientos feministas.
El representante de la filial “PUA Training” en el país y maestro de la seducción desde 2010, Fernando Fénix, también le expresó a este cronista su repudio contra los métodos del suizo.
Para este carioca de 35 años, responsable por haber instruido a más de 2000 brasileños en las artes de la seducción, Julien habría “perdido las formas a la hora de divulgar su trabajo en las redes sociales” y ahora estaría “pagando el precio de sus imprudencias”.
Como uno de los principales afectados del estigma que Blanc podría traer a la comunidad PUA, Fénix cree que el gobierno brasileño estaría “haciendo lo correcto” y subraya que las autoridades deberían actuar para “evitar cualquier tipo de apología a la violencia o discriminación de las mujeres”.
“Julien se pasó de la raya. Cualquier tipo de técnica de seducción que sea usada para degradar a otra persona pierde todo el sentido. Eso no puede calificarse de conquista, sino de dominación, que es un concepto muy diferente”, resalta Fénix, quien cita a Richard Gambler como su referente en el mundillo PUA y asegura que jamás ha utilizado las técnicas de Blanc en sus seminarios, dictados en diferentes ciudades de Brasil.
Para él, al igual que para muchos otros “Pick Up Artists” de Brasil, lo importante es que el ejemplo de Julien Blanc no cree un estigma hacia una comunidad que, según declaran sus miembros, no desea promover la desigualdad entre hombre y mujer, sino buscar la complicidad y el entendimiento entre los dos sexos.