Impresiones de un artista uruguayo de gira por Brasil
13/10/14 09:52POR CECILIA ARBOLAVE, DE SÃO PAULO
Contemplaba los edificios y las calles vacías de São Paulo, incomodado por el ruido insistente de una obra en construcción en la Avenida Angélica. En plena madrugada, pensaba en la cantidad de ventanas que veía a lo lejos y en las historias que habría detrás de cada una.
Ese paisaje, con tanto movimiento en potencial que abruma a más de uno, a Gervasio Troche le despertó fascinación. Él se imaginó dibujos.
Era la primera noche de un viaje que se extendería por dos semanas, del 18 de septiembre al 4 de octubre. El artista uruguayo de 37 años, conocido por sus dibujos delicados y sin texto, llegó a esta ciudad para presentar su libro Desenhos Invisíveis (publicado en Brasil por Lote 42, la editorial de la cual formo parte), gracias a una campaña de financiación colectiva.
Con el apoyo de 336 personas, Lote 42 recaudó más de 18.000 reales y con ese dinero Troche visitó cuatro ciudades: São Paulo, Rio de Janeiro, Recife y Curitiba. Como se sumaron invitaciones a eventos en Contagem y Belo Horizonte, en el estado de Minas Gerais, y en São Carlos y Santos, en el estado de São Paulo, fueron en total ocho destinos.
CONTAGEM
La gira empezó en la ciudad Contagem, en la región metropolitana de Belo Horizonte. Durante el mes previo, maestros y alumnos de la escuela 4 Elementos habían trabajado en clase los dibujos de Troche. Cuando el artista uruguayo llegó como invitado de honor a la feria del libro organizada por la escuela, lo esperaban con muchísima expectativa.
Aquella tarde, se formó una fila inmensa de niños de 2 a 14 años que querían ver al autor dibujar sus dedicatorias en los libros. “Al principio, me costó adaptarme un poco a Contagem, pero fue una ciudad que me sorprendió mucho con gente pura, humilde y cariñosa”, contó Troche.
BELO HORIZONTE
Al día siguiente, con Lote 42 participamos de una feria de publicaciones dentro de la Mostra de Design, en la capital del estado. El sol no daba tregua aquella mañana de domingo en la Praça da Liberdade. Pero Troche dibujaba sin protestar sobre los libros de sus fans y también de nuevos lectores, ahora en su gran mayoría adultos.
Lo que el artista pudo conocer de Belo Horizonte (poco más de las inmediaciones de esa plaza central), le trajo recuerdos de Uruguay. Pero fue la movida independiente de la feria, tanto por la producción de fanzines de calidad, como por la dinámica de los artistas y editores alternativos, lo que realmente le llamó la atención.
“Siempre tuve ganas de hacer fanzines, pero en mi país es muy difícil. Y me dio alegría ver que en Brasil tanta gente lo hace”, se entusiasmó.
RÍO DE JANEIRO
Después del check-in en el hotel, el uruguayo hizo el check-in obligado en la playa carioca. Troche conoció un poco del barrio de Leme y almorzó con vista al mar.
Le faltó un poco de discernimiento a la anfitriona (quien les escribe), para recordar que comer camarones en un puestito aleatorio puede ser un poco arriesgado. Y lo fue. El artista tuvo una indigestión que acabó nublando un poco la forma en la que el dibujante vivió su experiencia en la capital fluminense.
“Río me pareció hermoso, pero me quedé con ganas de conocerlo de verdad. La impresión que me quedó fue de una ciudad con los edificios pegados al mar”, recordó.
Troche reconoció que la firma de autógrafos, el martes 23 de septiembre, fue una de las más especiales. ¡Y eso que tuvo sus momentos de tensión! Comuna, el lugar donde estaba planeado hacer la presentación, avisó tres horas antes del evento que no abriría las puertas ese día por problemas técnicos.
Hubo que improvisar en el boteco (bar) de enfrente, con sus mesas poco elegantes, pero con clima divertido. “Cuando vi cómo la gente llegaba, el cariño con el que me trataba y me hablaba, cambió completamente la energía”, comentó Troche.
SÃO CARLOS
Troche viajó al interior del estado de São Paulo gracias a una invitación del Projeto Contribuinte da Cultura, vinculado a la Universidade Federal de São Carlos (UFSCar). Fueron 24 horas en esa ciudad tranquila, en las que el uruguayo organizó un taller, dio una charla para más de 80 personas y firmó con dibujos decenas de libros.
Poco pudo ver de São Carlos, pero por momentos le invadieron unas ganas de vivir en ese lugar donde “se ve más cielo”.
SÃO PAULO
El regreso a la capital paulista coincidió con la mitad de la gira. Organizamos la presentación en Epicentro Cultural, que es (simultáneamente) un espacio para cursos y eventos, una galería de arte y estudio de grabación. La presentación, que contó con una instalación con los dibujos de Troche, realizada por el equipo de Epicentro, se extendió de las 16.20 hasta las 22.
“Encontré gente muy sensible y muy sencilla. Me llamó la atención que en una ciudad en donde todos están corriendo, hubo personas que pudieron esperar para que yo les dedicara el libro”, dijo Troche. Lo que él no sabe es que a los paulistanos les gustan las filas…
SANTOS
No hubo mucho tiempo para descansar: al día siguiente, el domingo 28 de septiembre, salimos temprano hacia Santos, en el litoral del estado. Troche dio un taller de dibujo en el Museu do Café, dentro de la programación del festival Tarrafa Literária. Los participantes hicieron una inmersión en diferentes formas de despertar la creatividad y dibujaron toda la mañana.
Una vez que terminó, los tiempos estaban justos y lo único que Troche pudo conocer fueron las calles de adoquines en las inmediaciones del museo, en el centro histórico. Se quedó con ganas de conocer la ciudad un día de semana, con más gente circulando y, preferentemente, sin lluvia.
CURITIBA
La capital paranaense fue una de las ciudades elegidas por las personas que apoyaron la campaña. Al caminar por la peatonal XV de Novembro, a Troche nuevamente le vinieron recuerdos de Uruguay. Y observando los cafés, las plazas y las calles, concordó -en parte- con la fama de Curitiba de tener un estilo un poco europeo.
Era lunes a la noche y llovía, pero la librería de comics Itiban, referencia en todo el país, estaba llena. Antes de la firma de autógrafos, hubo un debate mediado por el dibujante curitibano Bennet, con Troche y João Varella, fundador de Lote 42, que culminó con un dibujo de un violinista, realizado en el momento por el artista.
Esa noche, tres personas se le acercaron a Troche para mostrarle fotos de una obra de teatro, realizada por niños y adolescentes del proyecto Pé no Palco, basada en su libro. La sorpresa vino de la mano de una invitación para ver parte de la obra al día siguiente. “Impactar a los niños con mi libro es muy fuerte, esa mañana es uno de los recuerdos más lindos que me llevo”,indicó.
RECIFE
Después de tantos viajes con las horas contadas, bajaron las revoluciones en la capital pernambucana y hubo un poco más de tiempo para conocer, por ejemplo, Olinda, municipio de la región metropolitana de Recife.
“¡Es un lugar para quedarse a vivir! Me encantaron las calles con sus subidas y bajadas, los recovecos, los adoquines, las casitas de colores… Es una ciudad con misterio”, contó el dibujante, que, cuando se enteró de que allí había carnaval, se imaginó Tepoztlan, en México, país en donde vivió cuando era chico.
La presentación del libro fue el jueves 2 de octubre, dentro del evento ExcentriCidades, que contó con la participación de diferentes artistas, como el músico Graxa y las proyecciones de video arte de Koblitz. Fue organizado por Sexto Andar, un colectivo de artistas y productores culturales, en el Edifício Pernambuco, un predio en el centro de la ciudad, en el que cada piso tiene una iniciativa cultural diferente.
Antes de la gira, Troche tenía una idea un tanto cliché de Brasil, con imágenes de la playa y el carnaval. Pero se encontró con un país más grande de lo que se imaginaba, en movimiento y con una energía muy fuerte en el aire. “Estaba con los ojos desorbitados, tratando de captar todo. Sé que pasé muy rápido por las ciudades, pero lo poco que vi ya fue mucho”, reflexionó.
En diversos momentos de la gira, me dijo que se sintió muy bienvenido por la gente. “Tal vez los brasileños sean más demostrativos, pero sé que voy a llegar a Uruguay con mucho amor y ganas de volver”, afirmó el dibujante antes de partir de Brasil.
Nosotros no conocemos nuestros vecinos, los paises estan de espalda uno con otros.