La vuelta del vinilo a São Paulo
14/08/14 13:34POR CECILIA ARBOLAVE, DE SÃO PAULO
Pocos días después de que el café Conceição Discos abrió sus puertas, en julio, ya se corría el rumor de que los quitutes (expresión simpática en portugués para “comiditas”) eran deliciosos.
La novedad me entusiasmó ya que no hay tantas cafeterías en mi barrio -sobran lanchonetes, bares y panaderías, pero no hay tantos cafés como en tierras porteñas-. No tardé mucho en acercarme a la calle Imaculada Conceição, en el barrio de Santa Cecília, para que mi paladar corroborase esa buena fama.
Allí me recibió Talita Barros, de 33 años, una chef paulistana que, antes de decir cualquier cosa, sonríe. Puede quedarse por algunos segundos con esa expresión contemplativa -sonríe hasta con los ojos-.
Basta subir algunos peldaños para encontrar una gran mesada verde agua con banquetas coloradas, que invitan a sentarse y observar la preparación del café sobre unas hornallas potentes. También hay mesas al fondo, con sillas de otra época que componen el estilo retro.
Escrito sobre las paredes gris topo, el menú tienta, especialmente el “queijo quente”, sandwich con queso derretido y cebolla, y los budines para la hora del té.
Pero el lugar es más que un local moderno con aroma delicioso: como su nombre revela, es un local de discos de vinilo. Son esos discos, algunos consagrados, otros de producción contemporánea, que pasan por la vitrola de Talita y agradan a los clientes con su buena música.
“Mi intención era mezclar esas dos frentes. ¡Y funcionó! Vienen aficionados que llegan por los discos y se encantan con los quitutes y también los que vienen por la culinaria y descubren los discos”, cuenta la chef, que ya pasó por los restaurantes Mangiare y La Casserole, también en São Paulo.
MÚSICA Y CERVEZA
Hace menos de un año también abrió en São Paulo otro espacio para los amantes de la música. Tal vez abrir no sea el verbo más adecuado, pues durante mucho tiempo, Carlos Rodrigues Costa, de 39 años, vendía discos en un local de la galería Presidente, en el centro de la ciudad.
Era un punto de encuentro de amigos, clientes y apasionados. En 2011, después de nueve años atendiendo allí, Carlos decidió cerrar Sensorial Discos. ¿El motivo? Como único socio de su empresa, necesitaba descansar y quería pasar un tiempo en el exterior.
Tres años después, decidió retomar su emprendimiento, esta vez con un amigo y antiguo frecuentador del local, Antonio Lucio Fonseca, de 40 años. En octubre del año pasado, reabrieron el local, con el mismo nombre, pero con otra dirección.
Alquilaron un espacio en la calle Augusta, referencia en la noche paulistana, y montaron el negocio de discos de vinilo. La localización, en el barrio Jardins, ayuda a seducir curiosos que circulan por la región.
Como hacía en la galería, Carlos le sigue dando mucho espacio a la producción nacional independiente. Pero el formato del lugar es diferente: Sensorial Discos es también un bar, que reúne una selección muy variada y completa de cervezas importadas y artesanales.
Quien pasa por allí por la noche también puede aprovechar los pocket shows y diferentes eventos, como lanzamientos de libros o ferias de zines, como la que llega este viernes, 15 de agosto, llamada Mercado de Peixe.
RESCATE DEL VINILO
A ellos se suman otros espacios, como Fatiado Discos, un localcito en el tranquilo barrio de Perdizes, que además de música ofrece cerveza y, para hacerle justicia a su nombre, vende fiambres cortados (en portugués, fatiados) en el momento.
También está Mandibula, un bar, café y local de discos en la Galería Metrópole, en la plaza Dom José Gaspar, espacio cada vez más hype de República, en el centro de São Paulo.
Que haya tantos rincones paulistanos tal vez sean un reflejo de un rescate de los vinilos que se viene sintiendo, no sólo en el consumo como también en la producción.
Hay muchos discos que están teniendo reediciones en vinilo o hasta nuevos discos son lanzados en ese formato. En São Paulo, los franceses Frédéric Thipagne y Matthieu Hebrard, crearon en 2012 el sello Goma-Gringa, en el que promueven música del pasado y artistas contemporáneos locales.
Para Carlos, de Sensorial Discos, ese rescate del vinilo es inevitable, pues mucha gente salió del Mp3 y fue directo para este formato. “Por muchos años fui a ferias de discos y el público era muy segmentado. Hoy mucha más gente se interesa por el vinilo , de cualquier estilo musical.”