Pocos (pero deliciosos) metros cuadrados
03/02/14 14:43POR CECILIA ARBOLAVE
Para quien vive en São Paulo, no es novedad: el metro cuadrado es tan caro que obliga a muchos a vivir en lugares chicos y apretados. Para tener una idea, el valor promedio del metro cuadrado en 2013 fue de 7820 reales, algo en torno de los 3300 dólares, aunque la variación es inmensa según el barrio. Por hacer una comparación, en Buenos Aires, el metro cuadrado costaba, en promedio, 2070 dólares hasta diciembre del año pasado.
El valor de los alquileres tampoco se queda atrás: por una propiedad de 70 metros cuadrados uno puede llegar a pagar entre 1960 reales (825 dólares) y 3430 (1450 dólares), según el sitio ZapImóveis. Muchas veces, São Paulo puede transmitir una sensación de claustrofobia recurrente, con sus veredas angostas y su tránsito agobiante. Pero todos resistimos, porque hay otras cosas que la ciudad nos ofrece que justifican estos obstáculos.
La gastronomía es una de ellas. Con variedad de sabores y de estilos, no faltan opciones para comer bien en la ciudad. Pero los restaurantes también sufren por los precios astronómicos del metro cuadrado. Prueba de eso es la reciente aprobación de una ley que permite la oferta de comida en la calle, tal vez como una forma para que los pequeños vendedores puedan esquivar los alquileres altos.
De todas formas, en el mar de cemento paulistano, algunos restaurantes encontraron una salida instalándose en inmuebles verdaderamente chiquitos. Si bien el espacio es bastante ajustado, allí lo que sobra es buena comida y mucha personalidad.
COMIDA CASERA EN 8 METROS CUADRADOS
Así como en las grandes redes gastronómicas, en la heladera de “Maria Macaxeira” hay un cartel colgado que dice “Visite nuestra cocina”. Pero aquí la invitación causa gracia porque, al entrar al restaurante, uno ya está casi dentro de la cocina. Bastan unos minutos para descubrir que el buen humor caracteriza a la cearense Ángela Maria Ramos, que hace casi dos años abrió este pequeño restaurante que atiende con su hija, Suzana, en la calle Barão de Tatuí 567, en el barrio Santa Cecilia.
La elección de un inmueble pequeño fue hecha con la intención de economizar en el alquiler y poder ofrecer precios justos a los clientes. El restó, de solo 8 metros cuadrados, tiene tres mesas y para garantizarse un lugar es mejor hacer una reserva. Si el clima ayuda, se multiplican las mesas en la vereda. Cuando la casa está llena, hay que ayudar pasándole los cubiertos al comensal de al lado o hasta el plato con comida. Y todos lo hacen con mucho placer. “¿Quieres ensalada?”; “¿Puedo poner aceitunas?”, pregunta normalmente con la sartén en la mano, como si estuviera recibiéndolo a uno en su propia casa.
LA FÓRMULA MÁGICA ES UN MENÚ SIMPLE
Después de vivir dos años en Nueva York y trabajar en al ámbito gastronómico, el chef paulistano Gilson de Almeida vio que era viable montar un restaurante chico y abrió el suyo, en septiembre del año pasado, en la calle Rua Benjamim Egas, 301, en el barrio de Pinheiros. El nombre Na Garagem tiene una inspiración clara: el restaurante fue creado en un antiguo garaje de solo 18 metros cuadrados.
Gilson cuenta que los precios altos de los alquileres en São Paulo influenciaron en la elección del lugar, en el que caben sentadas apenas 15 personas. Pero bastó pensar en una buena fórmula que funcionase. El menú cuenta con apenas dos tipos de hamburguesas: de carne o vegetariana (ambas con queso, lechuga, tomate, cebolla y un condimento a base de zanahoria y mandioquinha). Se pueden pedir papas rústicas y, para tomar, jugo orgánico de uva, agua, gaseosa o cerveza. Los cuatro meses de vida ya mostraron que el chef hizo una buena elección, y que a la gente poco le importa la amplitud del lugar: de allí todos salen con la panza llena y el corazón contento.
VALE LA PENA LA ESPERA
No tan lejos de allí, en el barrio de Jardins, otro lugarcito gourmet es “Z-Deli Sanduíches”. Fue idea del chef Julio Raw la de traer en 2011 el estilo de los “delicatessen” neoyorquinos a São Paulo. Decoración moderna, mozos atentos y, principalmente, buena comida, colaboran para que la casa esté siempre llena.
En el pequeño inmueble entran apenas 16 personas sentadas, con espacio justo para circular. Pero la idea de comer apretados no asusta a los clientes, que hacen fila en la calle Haddock Lobo 1386 para pedir sus hamburguesas, papas fritas salteadas con romero, bagels, sándwiches y ensaladas. Como la cocina está del otro lado de la barra, se puede acompañar la producción de los platos, que sólo aumenta esa sensación de querer probarlo todo.
É uma pena que essa Maria Macaxeira seja uma grossa que enxota as pessoas que ela não conhece, mesmo você indo várias vezes lá ela fala que não tem comida!
Me encantaron los consejos
Avanços consideráveis aconteceram com a implantação das UPPs.A comunidade transita com mais liberdade e segurança, os indices de crimes reduzidos e a população hj tem orgulho em residir no bairro.
As rádios comunitárias aproximaram mais o cidadão da informação.A Rádio Maré é um exemplo disso, pois tem uma responsabilidade social muito grande, abrindo seus canais de comunicação para a sua comunidade e dando oportunidades aos novos talentos que a midia tenta sufocar.Estamos vivendo um no RIO DE JANEIRO, e consequentemente um excelente Brasil.