Cristina y Dilma ante el espejo
02/10/13 13:19POR NATALIA FABENI
Las comparaciones son odiosas, pero también inevitables. Y todavía más cuando posamos la miradas sobre dos mujeres, ambas presidentas de los países más grandes delMercosur, Brasil y la Argentina. DilmaRousseff y Cristina Kirchner son aliadas políticas y también están emparentadas por su raíz ideológica: las dos vienen de la izquierda.
Dilma fue guerrillera y estuvo presa durante la dictadura y Cristina fue una militante peronista. Hablar de “vidas paralelas” me parece exagerado, pese a que hay semejanzas evidentes como que la llegada al poder de ambas fue promovida por sus antecesores, Dilma por Lula da Silva y Cristina por su marido Néstor Kirchner. La semana pasada, después de verlas y escucharlas en la Asamblea General de la ONU, consulté con algunos especialistas acerca de las similitudes y diferencias de estilo entre las dos mujeres fuertes de la política latinoamericana.
Liderazgo político
Clovis Rossi, analista de Folha y excorresponsal en la Argentina, me dijo -en un breve intercambio de mails- que la principal similitud entre ambas es que “defienden vigorosamente lo que consideran de interés nacional”, aunque “si aciertan o no en sus prioridades es otra discusión”. Para él, “Cristina es una política innata” y Dilma “una tecnócrata innata”, que logra “acomodar mejor eventuales divergencias” dentro de su coalición, mientras que la argentina “busca siempre confrontar”.
Desde Buenos Aires, Carlos Gervasoni, profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato di Tella, me comentó que la principal diferencia que nota entre ellas es “el grado de centralización de la decisión”. Es muy concentrado en el caso de Cristina, limitado a ella misma y un mínimo entorno personal, mientras que Dilma consulta con un conjunto mayor de funcionarios.
Vinculado a este punto, Gervasoni destacó el grado de autorreferencialidad de la presidenta argentina: “Es altísimo, habla mucho sobre ella y toma como ataques personales las crítica a sus políticas”. La relación con la oposición es otro punto que las diferencia, según el analista. “El nivel de agresividad hacia la oposición es muy alto aquí y no tanto allá”, apuntó.
La habilidad oratoria y su gran energía para hacer política simbólica son los puntos fuertes de Cristina frente a Dilma, quien tiene a su favor la imagen de estadista, tanto dentro como fuera de Brasil, de acuerdo con el profesor argentino.
Redes sociales
Como la política simbólica es su fuerte, en el reino de los 140 caracteres la que lleva la corona es Cristina. La presidenta argentina no se limita a informar actividades o medidas de su gobierno a través de Twitter, como suelen hacerlo sus pares, sino que impuso un estilo con el que cuenta qué hace, usa palabras en inglés, transmite sus impresiones y opiniones, narra anécdotas, entra en discusiones y también reflexiona. Sus momentos favoritos son los domingos (es tan locuaz que ha llegado a lanzar cataratas de más de 10 tuits seguidos) o en los viajes.
El Twitter de Cristina es tan personal que incluso presentó a sus perros en la red del pajarito y contó sus sentimientos más profundos, como cuando viajó a Caracas en marzo de este año en cuanto supo de la muerte de su amigo Hugo Chávez.
Entre los mandatarios latinoamericanos, Cristina es la que más seguidores tiene en Twitter: su cuenta ayer sumaba 2.364.275, frente a los 1.938. 861 de Dilma Rousseff, pero la argentina va a tener que estar alerta si no quiere perder espacio frente a la brasileña.
Después de casi tres años de silencio, el viernes pasado Dilma volvió a mostrarse activa y su regreso fue a pura carcajada: en una gran movida de marketing e intentando mostrarse más cercana y accesible, inició un diálogo virtual de casi una hora con Jéferson Monteiro, el humorista que le da vida a “Dilma Bolada” (en español, “Dilma Irritada”), un joven carioca responsable por la más exitosa imitación de la presidenta. La brasileña, quizás mirando de reojo lo que hace su colega argentina, está decida en cambiar su estrategia de comunicación: no sólo reactivó su cuenta en Twitter, creó también un perfil en Instagram y anunció muy pronto su desembarco en Facebook.
Moda e imagen
Si hablamos de estilos, es imposible no hacer mención a los looks de las presidentas. Basta con verla de pies a cabeza para confirmar que Cristina es muy coqueta, mucho más que Dilma. A la argentina le importa cómo se ve y cómo se viste. Fue la misma Cristina quien contó en una reciente entrevista que se distiende mirando un vestido y hasta admitió en alguna ocasión que se pintaba “como una puerta”. Se han escrito muchísimas páginas acerca de su ropa (que poquísimas veces repite), su maquillaje, sus zapatos y carteras valoradas en miles de dólares.
Incluso, hace unas semanas, la prensa “opositora”, como ella llama a los diarios críticos, le dedicó varios titulares al look “osado” que eligió para un acto político: leggins negras y una camisa que apenas tapaba su cintura.
En el caso de Dilma, su camino a la presidencia fue destapando su lado más vanidoso. En 2009 llegaron las cirugías que borraron arrugas para “ablandar su imagen” y quedaron en el olvido los anteojos de pasta que usaba aquella joven guerrillera. La brasileña le dijo adiós al aspecto de “dama de hierro” (que la había acompañado hasta su candidatura) a fuerza de lentes de contacto, cortes de pelo “a la moda” y dientes nuevos. Su cambio de look fue tan impactante (y dio buenos resultados, ya que pasó en poco tiempo de completa desconocida a presidenta de Brasil) que la glamorosa revista “Vanity Fair” en un artículo publicado el año pasado destacó con un A+ la transformación.
Hoy Dilma mantiene ese look más moderno, aunque siempre dentro de parámetros sobrios y austeros. En la misma nota también apareceCristina, aunque no sale tan airada comoRousseff: el cirujano a cargo de hacer la evaluación de los rostros criticó la nariz “no del todo natural” de la argentina y dijo que la cirugía podría haber estado hecha “un poco” mejor.
E ambas estão afundando seus países num lamaçal de corrupção.
resulta un tanto extraño su comentario, en lo que respecta a Argentina es la primera vez que hay sindicalistas PRESOS, por casos de corrupcion, ademas de cientos de Militares ASESINOS y CORRUPTOS, y LADRONES, hasta de niños …
E olha os amigos comuns: Fidel, Maduro, Evo Morales, Correa e por aí vai. A democracia na América Latina está sangrando.
“Cada País, tem os governantes que merece.
Pois, eles mesmos os elegem…”
Muy interesante el articulo y VERAZ por lo menos lo referente a Cristina…
FELICITACIONES